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La Procuraduría General de la República (PGR) revisa si las obras de arte que le aseguraron a la ex dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo Morales, en 2014, son las mismas que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) reclama en la denuncia que interpuso ante la unidad antilavado para recuperar las piezas, algunas de Diego Rivera.

Un teatro, la denuncia por obras de Rivera, revira nieto de Gordillo
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Como parte de la investigación por lavado de dinero y delincuencia organizada contra Gordillo, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) le decomisó 15 cajas con 16 obras artísticas, de las cuales se encontró que cinco son autoría del pintor Diego Rivera, que habrían sido realizadas para la New Workers School, institución vinculada al movimiento troskista en Nueva York.

Gordillo Morales ocultó las obras de arte en una bodega de alquiler ubicada en Santa Fe, en la delegación Álvaro Obregón, después de mantenerlas en resguardo en un inmueble ubicado en Azcapotzalco.

Entre ellas están los murales transportables La Nueva Libertad, La Industria Moderna y Guerra Mundial, realizados en la New Workers School de Nueva York, en 1933, por el pintor guanajuatense. Son de la serie de frescos Retrato de Norteamérica y miden, la primera 176 x 182 centímetros y las otras dos 178 x 182 centímetros.

Según el dictamen del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que se realizó antes de la detención de Gordillo Morales, en febrero de 2013, la ex dirigente del SNTE gastó más de 3 millones de dólares para comprar obras de arte y pagar a restauradores y galerías de Nueva York; pensaba exhibirlas en un centro en el proyecto “La Ciudad del Conocimiento”, que no se concretó.

En agosto de 2017, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) reservó por 12 años el inventario y destino de la colección de arte que Gordillo Morales reunió durante esos años como lideresa sindical.

El INBA informó que ese mes, a solicitud de la PGR y en cumplimiento con el artículo 182-J del Código Nacional de Procedimientos Penales, se hizo cargo para resguardo de las obras artísticas, las cuales se encuentran en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), órgano encargado de velar por la preservación del patrimonio histórico.

Fujiwara Montelongo, nieto de Gordillo Morales, afirmó que “es una simulación que burdamente andan armando en el SNTE para intentar descalificar a Elba Esther frente a los maestros que ven en Juan Díaz de la Torre a un líder vendido y traidor. “Hasta donde tenemos entendido, la mayoría de las obras fueron consignadas a un juez Civil, porque en su momento Soralla y el SNTE no quisieron reconocer y recibir las obras. Las pinturas están en bodegas del SNTE que aseguró la PGR”.

“Ellos saben dónde está todo. Es un teatrito para descalificar”, dijo.

En el enredo por la localización de 15 cajas que contienen cerca de 80 piezas de arte, otras fuentes cercanas a Gordillo Morales coincidieron en que la ex lideresa “no las entregó porque nunca estuvieron en su posesión, siempre estuvieron en una bodega rentada por el sindicato”.

En 2015, EL UNIVERSAL publicó que Gordillo Morales intentó “devolver” al SNTE 15 cajas con obras de arte, bajo el argumento de que pertenecían al gremio y sólo se encontraban bajo su resguardo. Sin embargo, ante cuatro instancias judiciales distintas, la defensa de la ex presidenta del SNTE no presentó los documentos para acreditar la propiedad de las obras, los certificados de autenticación o un inventario completo del contenido de las 15 cajas.

Mientras estaba el litigio en curso, el 30 de abril de 2014 la PGR aseguró las obras, al localizar una bodega en Cuajimalpa: “Cuando a ella la detuvieron [febrero de 2013] la bodega fue asegurada y se le pidió al sindicato tomar el control de todas las obras de arte, pero no aceptó”, dijo.

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