Entre 13 y 15% de los jóvenes que ingresaron a la educación media superior en el ciclo escolar 2015-2016 abandonaron sus estudios, indicó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Tamaulipas, Coahuila, Morelos, Nayarit, Campeche, Baja California, Durango, Guerrero, Guanajuato y Ciudad de México

son los estados que concentran los mayores porcentajes de deserción en educación media superior, entre 15 y 24%.

De los casi cinco millones de estudiantes que iniciaron el ciclo 2015-2016 entre el 13 y 15%, entre 600 mil y 700 mil jóvenes a bandonaron sus estudios siendo las causas económicas la principal razón de abandono con 35.4%, seguida de los escolares institucionales con 32.3% y los familiares personales 21.2%.

Al presentar las Directrices de Política para mejorar la permanencia en la Educación Media Superior, Teresa Bracho, consejera del INEE destacó que la deuda social de la educación media superior todavía es grande, puesto que alrededor del 30% de los jóvenes de entre 15 y 17 está fuera de la escuela, de cada 10 estudiantes que ingresan a este nivel educativo sólo siete la terminan en el tiempo reglamentario.

“La tasa de abandono escolar, pese a ir disminuyendo en los últimos años, todavía representa un problema importante que afecta a más de 600 mil jóvenes cada año”, subrayó.

Francisco Miranda López, titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE, resaltó que la proporción de abandono en la educación media superior es “considerablemente superior” a la que se presenta en primaria (0.6%) y secundaria (4.4%).

“Es una cantidad muy grande de jóvenes que abandonan sus estudios, por eso estamos lanzando estas directrices para atender este problema. El abandono es multifactorial, los factores escolares son cada vez más visibles y en donde la política educativa puede incidir con más fuerza”, enfatizó.

Miranda López, indicó que la dificultad para entender a los maestros y no aprobar las materias son los principales motivos que se identificaron en la deserción escolar, aunque también la violencia fue una causa que se detectó.

Agregó que es difícil cuantificar cuántos estudiantes abandonaron sus estudios por esta causa debido a que no hay un seguimiento de los alumnos que desertan.

Advirtió que los jóvenes abandonan sus estudios aun cuando reciben beca, por lo que deben evaluarse los sistemas de becas para identificar si estos apoyos están atendiendo a los jóvenes que más lo necesitan, cómo están llegando estos apoyos y articularlos con otras políticas, puesto que por sí solas no son suficientes para mantener a los jóvenes en las escuelas.

Explicó que las directrices para combatir la deserción en este nivel educativo son: fortalecer, bajo un enfoque de equidad, las políticas para la permanencia en la educación media superior; mejorar la formación de los tutores académicos y las condiciones para su desempeño; fortalecer las competencias de los docentes para establecer vínculos con sus alumnos.

Así como afianzar la identidad de los jóvenes con la escuela, promoviendo ambientes escolares seguros, incluyentes y democráticos; y ampliar las estrategias de reincorporación educativa de los jóvenes.

lsm

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