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En un año, hasta 750 mil estudiantes abandonan sus estudios de nivel medio superior, por lo que la deserción en este nivel educativo continúa siendo un “cuello de botella”, advirtió el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, Nayarit, Campeche, Baja California, Durango, Guanajuato, Morelos y Ciudad de México son los estados que concentran los mayores porcentajes de deserción en educación media superior, entre 15.5% y 24.4%.

De los 5 millones de estudiantes que iniciaron el ciclo 2015-2016, entre 13% y 15%, es decir, entre 600 mil y 750 mil jóvenes dejaron sus estudios. Las causas económicas son la principal razón de abandono, con 35.4%, seguida de los problemas escolares institucionales, con 32.3%, y los familiares personales, 21.2%.

Durante el ciclo escolar 2008-2009 se calcula que de una matrícula de 3 millones 923 mil 822 alumnos, 622 mil 830 alumnos desertaron de las aulas, según un informe que realizó la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Al presentar las Directrices de Política para Mejorar la Permanencia en la Educación Media Superior, Teresa Bracho, consejera del INEE, destacó que la deuda social de la educación media superior todavía es grande, puesto que alrededor de 30% de los jóvenes de entre 15 y 17 está fuera de la escuela y de cada 10 estudiantes que ingresan a este nivel educativo, sólo siete la terminan en el tiempo reglamentario.

“La tasa de abandono escolar, pese a ir disminuyendo en los últimos años, todavía representa un problema importante que afecta a más de 600 mil jóvenes cada año”, subrayó.

Francisco Miranda López, titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE, resaltó que la proporción de abandono en la educación media superior es “considerablemente superior” a la que se presenta en primaria (0.6%) y secundaria (4.4%).

“Es una cantidad muy grande de jóvenes que abandonan sus estudios, por eso estamos lanzando estas directrices para atender este problema. El abandono es multifactorial, los factores escolares son cada vez más visibles y ahí la política educativa puede incidir con más fuerza”, enfatizó.

Miranda López indicó que la dificultad para entender a los maestros y no aprobar las materias son los principales motivos que se identificaron en la deserción escolar, aunque también la violencia fue una causa que se detectó. Indicó que es difícil cuantificar cuántos estudiantes abandonaron sus estudios por esta causa, debido a que no hay un seguimiento de los alumnos que desertan.

Además, resaltó que prevalece la inequidad en los servicios educativos, así como deficiencias importantes en el aprendizaje, dado que tres de cada 10 estudiantes de nivel medio superior tienen carencias en el lenguaje y comunicación, mientras que seis de cada 10 las presentan en matemáticas. Los Telebachilleratos Comunitarios son los planteles que obtienen resultados más bajos de aprendizaje en estas habilidades.

Advirtió que los jóvenes abandonan sus estudios aun cuando reciben beca, por lo que deben evaluarse los sistemas de becas para identificar si estos apoyos están atendiendo a los jóvenes que más lo necesitan, cómo están llegando estos apoyos y articularlos con otras políticas, puesto que por sí solas no son suficientes para mantener a los jóvenes en las escuelas.

El funcionario del INEE comentó que entre las comunidades prevalece la debilidad para identificar y atender a los alumnos en riesgo de abandonar sus estudios, además de que existe una heterogeneidad en las capacidades de las escuelas para hacer frente a los problemas de abandono escolar de los jóvenes.

Aseguró que se está avanzando en la ruta correcta para abatir la deserción escolar; sin embargo, falta fortalecer la implementación y articulación de acciones para lograr una atención inmediata de los jóvenes en cuanto empiecen a generarse las primeras señales de que abandonarán sus estudios, como reprobar materias y ausentarse de clases.

“Es una ruta adecuada, encaminada a la articulación de acciones enfocadas a la prevención de este problema. Aún tenemos problemas de implementación y articulación, se necesita de un sistema de alerta temprana, la atención inmediata cuando el joven comienza a faltar a clases es en lo que menos hemos avanzado, eso implica un conjunto de acciones de la comunidad escolar para saber porque está dejando de ir y regresarlo a las aulas”, subrayó.

Las directrices para combatir la deserción en este nivel educativo son: fortalecer, bajo un enfoque de equidad, las políticas para la permanencia en la educación media superior; mejorar la formación de los tutores académicos y las condiciones para su desempeño; fortalecer las competencias de los docentes para establecer vínculos con sus alumnos.

Se pretende afianzar la identidad de los jóvenes con la escuela, promoviendo ambientes escolares seguros, incluyentes y democráticos, así como ampliar las estrategias de reincorporación educativa de los jóvenes.

El titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE apuntó que mediante estas directrices se busca garantizar la permanencia escolar de los alumnos de nivel medio superior a través de la implementación de mecanismos preventivos y la oferta de opciones para que los jóvenes retomen sus estudios. Enfatizó que para asegurar la permanencia de los alumnos de este nivel educativo se requiere fortalecer el funcionamiento del sistema educativo en su conjunto, por lo que de manera gradual deberá mejorarse su estructura, organización y funcionamiento.

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