A solo tres días de que inicie el proceso para la renovación de la dirigencia dentro del sindicato de maestros en el país y se realizan los preparativos en el estado de Jalisco, tierra natal de Juan Díaz de la Torre, quién hasta ayer se ostentaba como presidente de la organización más grande de América Latina, ocurre la determinación de un juez de revocar el nombramiento que fue cuestionado en términos jurídicos aquella tarde en Guadalajara en la que se supo de la detención de Elba Esther Gordillo Morales, en febrero de 2013.

Un tema que se pensó quedaría zanjado mientras hubiera una declaración de unidad y de hacer creer al magisterio que nunca más ocurrirían abusos al interior de la organización.

Díaz de la Torre

se centró en prometer que su gestión sólo duraría seis años, que se cumplen hasta octubre. Pero él mismo adelantó la sucesión en noviembre pasado al lanzar la convocatoria con la cual los más de dos mil congresistas se reunirán en Jalisco a partir de la próxima semana.

Pero si Juan Díaz de la Torre estaba preparando su salida, ¿por qué reactivar una denuncia de 2013 en este momento? ¿Quiénes son los más interesados en que se vaya? ¿Quién puede ser él o la líder que se enfrente al liderazgo de la propia Elba Esther Gordillo y a su compañero de mil batallas Rafael Ochoa en la operación política rumbo a la elección de 2018? ¿Será que hasta ahora entendieron que Juan Díaz nunca pudo tener diálogo con los maestros de todo el país y por eso la mayoría de sus foros siempre se hicieron en Jalisco? Son preguntas que se plantean.

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