El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) identificó los riesgos éticos en los que podrían incurrir sus colaboradores, como que al entregar becas pudieran discriminar a los aspirantes por razón de género, edad, raza, religión, estado civil, preferencia sexual o, incluso, inclinación política.

Además, habla de que podría haber contrataciones públicas irregulares a cambio de recibir sobornos, o caer en casos de acoso sexual.

En el anteproyecto del nuevo Código de Conducta del Conahcyt enviado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) se detalla que derivado de la detección de riesgos éticos y de la participación del Órgano Interno de Control (OIC) se identificaron 14 riesgos, entre ellos, la contratación de personal que incumple los requisitos del puesto y juicios contra el consejo tramitados de forma deficiente en beneficio de un tercero.

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En las páginas seis y siete del documento, apartado Riesgos éticos identificados en el Conahcyt, se pide a los empleados no fumar y no ingresar en estado de ebriedad, así como no usar vehículos para actividades no institucionales. Además, considera atender los requerimientos de información en materia de transparencia y combate a la corrupción.

“Neoliberalismo erosionó la ética pública”

En la presentación del nuevo Código de Conducta se acusa que el “neoliberalismo erosionó la ética pública y provocó que las prácticas corruptas” tomaran el lugar de los principios éticos propios del servicio público; que el mal ejemplo y los malos hábitos de los altos funcionarios desplazaran los valores y convicciones de los trabajadores del Estado y que el compromiso y responsabilidad que exige la administración pública fueran sustituidos por la “simulación y la impunidad”.

El documento indica que se busca crear una “cultura de integridad” que combata la corrupción y las malas prácticas mediante la denuncia de los hechos.

“La desidia y la omisión también son formas de corrupción, evítalas. Condúcete bajo criterios de austeridad, sencillez y uso apropiado de los bienes y medios de los que dispongas con motivo del ejercicio del cargo público. Actúa con transparencia de manera que impidas situaciones en las que exista posibilidad de obtener o que te ofrezcan un beneficio económico que sea ajeno al que corresponde por el cargo”, señala.

Exhorta a los funcionarios a abstenerse de solicitar o recibir compensación económica, obsequios u objetos de valor “incluidas invitaciones a comidas y actividades de entretenimiento” por parte de potenciales proveedores, prestadores de servicios o sujetos de apoyo.

“Abstente de utilizar el cargo para obtener beneficios personales o de tipo económico, privilegios, favores de cualquier índole o con el propósito de beneficiar a un tercero. Desempeña tus funciones evitando involucrarte en situaciones que puedan representar un conflicto de interés”.

Contra el acoso sexual

En el apartado Hostigamiento y acoso se llama a no incurrir en conductas de naturaleza sexual lascivas, ofensivas o que atenten contra la dignidad de las personas, además no tolerar ni normalizar el hostigamiento y acoso de cualquier tipo, y en caso de existir, denunciarlo.

Se advierte que pueden constituir hostigamiento sexual, y por tanto deben evitarse, los tocamientos, pellizcos, caricias, acercamientos innecesarios, abrazos o besos indeseados y familiaridad innecesaria, tal como rozar deliberadamente a alguien, entre otras conductas.

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“Comentarios y preguntas sobre el aspecto, el estilo de vida o la orientación sexual; llamadas de teléfono ofensivas; comentarios o bromas sugestivas; comentarios condescendientes o paternalistas; invitaciones no deseadas para sexo o persistentes peticiones para salir a citas; preguntas intrusivas acerca del cuerpo o la vida privada de otra persona; insultos o burlas de naturaleza sexual y amenazas (…) gestos de connotación sexual; presentación de objetos pornográficos; miradas lujuriosas; silbidos, fotos, afiches, protectores de pantalla, correos electrónicos y mensajes de texto sexualmente explícitos”.

Ética pública de la 4T

En la carta de presentación, María Elena Álvarez-Buylla, directora general del Conahcyt, indica que las personas que integren el servicio público del organismo no sólo deben ser profesionales destacados, sino también comprometidos con la sociedad, el medio ambiente, los derechos humanos “y, sobre todo, con la ética pública reivindicada por la Cuarta Transformación. Nuestra gran responsabilidad nos obliga a prevenir los conflictos de intereses, actuar siempre en el marco de la ley y erradicar la discriminación, el hostigamiento sexual y todo tipo de corrupción, así como a construir una cultura de la integridad”.

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