La atención médica en las zonas más afectadas de Oaxaca y Chiapas tras el sismo del 7 de septiembre se ha dividido en tres fases, i nformó el secretario de Salud, José Narro Robles.

La primera consiste en atender emergencias, para ello se ha desplegado un importante número de brigadas de salud, unidades móviles y ambulancias, a fin de que se traslade a los pacientes que lo requieran, a los hospitales más cercanos, sin importar derechohabiencia.

La segunda, se refiere a la salud pública, que tiene que ver con la prevención de cualquier brote epidemiológico, dado que por las condiciones se puede presentar alguna epidemia, sobre todo de enfermedades respiratorias agudas, diarrea, conjuntivitis y dermatitis.

Ambos estados son zonas endémicas de dengue, chikungunya y zika, por ello, se trabaja con brigadas epidemiológicas, quienes efectúan acciones de fumigación, además de que la Comisión Federal contra la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) está vigilando la calidad del agua para consumo humano.

La tercera fase es la reconstrucción, para habilitar lo más pronto posible la infraestructura dañada tanto médica como de los hogares de los damnificados.

El funcionario dijo que desde que ocurrió el movimiento telúrico a las entidades más afectadas llegaron brigadas de salud, víveres, agua y cobertores, provenientes de diferentes estados del país.

Las secretarías de Salud de la Ciudad de México, Puebla e Hidalgo, enviaron recursos humanos para ayudar en la atención médica de la población. Además, el estado de Hidalgo mandó un hospital móvil de 30 camas, conocida como Atlantes, que fue instalado en el municipio de Juchitán.

En los 41 municipios de Oaxaca que fueron afectados laboran más de dos mil trabajadores de la salud, que han otorgado más de seis mil consultas médicas y psicológicas.

En Chiapas se mantiene un equipo de prevención y promoción de la salud conformado por 283 elementos federales, estatales y jurisdiccionales, quienes han otorgado un total de tres mil 995 consultas médicas y psicológicas.

El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) tiene a su cargo cuatro refugios temporales activos, con 72 familias, distribuidos en los municipios de: Tuxtla Gutiérrez (2), Jiquipilas (24), Tonalá Paredón (38) y Arriaga (8).

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