Oaxaca, Oax.— A “Jordán”, quien pide que no se use su nombre real, no le quedó de otra que subir el precio de sus tortas de jamón, quesillo, pierna, tasajo, chorizo y otros ingredientes. Lo reconoce con algo de pena, como si cometiera una falta y no como si no fuera resultado del aumento de precios de los insumos que ocupa, principalmente el gas LP y la carne.
“Nos ha pegado bastante, se elevó mucho el gas. Se tuvo que subir un poco el precio, también por la carne”, reconoce este comerciante cuya tortería se ubica a unos pasos del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.
Al igual que a “Jordán", la emergencia sanitaria ha golpeado severamente la economía de los comerciantes en la capital del estado, pues además de sujetarse a las medidas de salud y reducir sus aforos, ahora deben enfrentar la escalada de precios que no cesa, principalmente del gas, por lo que quienes se dedican a la venta de alimentos han tenido que aumentar sus precios para hacer frente al alza de insumos.
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En un recorrido por el centro de la ciudad de Oaxaca, EL UNIVERSAL constató que negocios como torterías han tenido que incrementar sus precios, en función de lo que se consume. Lo hacen, aunque desconocen que Oaxaca fue la ciudad con el mayor incremento de precios en este tipo de negocios, con 8.3%, casi dos puntos por encima del promedio nacional que fue de 6.5%, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi.
Los comerciantes admiten que el precio del gas, subió en los últimos meses, en el caso del cilindro de 20 kilos, de 365 pesos a 453.60 pesos; mientras que el de 30 kilos, que costaba el año pasado 513 pesos, actualmente, cuesta 680.40 pesos. Las tarifas mencionadas están vigentes y exhibidas en camiones de servicio de gas LP en empresas como Gas de Oaxaca.
Ante ello, el alza de los productos fue inevitable. “Los precios tuvieron que subir porque también subió el costo de la carne y los embutidos que incrementaron más de 20 pesos por kilo”, apunta el propietario de la tortería.
Como él, los comerciantes dedicados a la elaboración de alimentos, detallan que el alza se reflejó en todos los insumos, pues, por ejemplo, para la elaboración de tortas, se requiere la compra de pan, que para elaborarse emplea gas y como consecuencia también incrementó sus costos al público.
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En la capital del estado, muchos de estos comercios están orientados a la clientela local, dirigidos a consumidores que son de la clase trabajadora, en muchos casos, otros comerciantes, vendedores ambulantes, cargadores de la Central de Abastos y otros prestadores de servicios cuyos salarios apenas y rebasan el mínimo, en la mayoría de los casos.
Conscientes de ello, los vendedores de alimentos reconocen haber hecho el esfuerzo de no aumentar de golpe los precios de sus productos. En una de las torterías visitadas, las tortas, antes se vendían en 10 pesos cada una; sin embargo, el encarecimiento de insumos aumentó los costos al público en casi 50%.
“Somos parte de las personas que trabajan y sabemos que para muchos, hacer el esfuerzo de destinar 50 pesos en una comida, es casi gastar la ganancia diaria, por eso empezamos subiendo uno o dos pesos, pero ahorita la situación es muy difícil para todos”, finalizan.