Houston.— El reporte de que una niña falleció poco después de ser liberada de instalaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos en Texas exacerbó ayer el debate sobre la detención de las familias migrantes.

Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación de Abogados de Inmigración de Estados Unidos (AILA) confirmó que la menor murió poco después de su liberación, sin tener detalles sobre la causa o el momento de la muerte, ni información que vincule el caso con el Centro de Detención Familiar Dilley, en el sur de Texas.

Mana Yegani, abogada de inmigración de Houston, informó vía Twitter que la niña murió después de su estadía en Dilley “como resultado de posible atención negligente y de una enfermedad respiratoria que contrajo de otro de los niños” que se encontraban en el mismo centro.

Yegani no reveló el nombre de la menor, ni si era una de las niñas separadas por la política de Tolerancia Cero de la administración de Donald Trump, ni la fecha de la muerte o dónde ocurrió. Lo que dijo es que supo del caso por un posteo en Facebook de otra abogada, Melissa Turcios.

Turcios, quien reside en Washing-ton, confirmó a la agencia The Associated Press que escribió el post que vio Yegani. La víctima, según el posteo, era nieta de una amiga de ella.

El ICE rechazó que una menor haya muerto bajo su custodia en Dilley, un centro que es manejado por una compañía privada bajo contrato para el servicio de inmigración. Luego, un vocero señaló que “estamos investigando el informe de la muerte después de la custodia, pero sin ningún detalle sobre quién era, no podemos proporcionar nada más en este momento”.

Chen detalló que AILA ha visto “grandes deficiencias en el estándar de atención prestada” en Dilley y ha presentado quejas en el pasado. El centro cuenta con dos mil 400 camas y se usa generalmente para alojar a madres con hijos.

Un detenido por abuso. En tanto, en Phoenix, un empleado de Southwest Key, una organización sin fines de lucro que alberga a niños migrantes que fueron separados de sus padres en la frontera sur de EU, fue fichado por las autoridades bajo sospecha de que abusó sexualmente de una niña de 14 años en una de las instalaciones en Phoenix.

Fernando Magaz Negrete, de 32 años, besó y manoseó a la menor en su habitación dentro de las instalaciones el 27 de junio, indicó la policía. Su compañera de cuarto, de 16 años, fue testigo. Grabaciones muestran a Magaz acercándose a la habitación varias veces durante la noche.

Southwest Key no precisó si la víctima era una inmigrante separada de sus padres, y añadió que Magaz ya fue despedido. La instalación donde ocurrió el supuesto abuso fue visitada el 28 de junio por la primera dama Melania Trump.

También en Phoenix, el mexicano Omar Heriberto Robles Hernández fue sentenciado a cuatro años de prisión, tras declararse culpable de contrabandear migrantes indocumentados, lo que resultó en la muerte de uno de ellos.

Por otra parte, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EU declaró inconstitucional la orden ejecutiva de Trump que amenaza con negar fondos a las denominadas “ciudades santuario”, que limitan la cooperación con las autoridades federales en delitos relacionados con la inmigración. Sin embargo, determinó que un tribunal inferior fue demasiado lejos cuando bloqueó la medida en todo el país.

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