La producción de cocaína en Colombia llegará en 2017 a unas 3 mil 300 toneladas, 900 más que las previsiones de inicios de año de 2 mil 400 y casi el doble de las mil 700 de 2016, una cifra sin precedentes.

El fenómeno surgió porque, ante el proceso colombiano de paz las narcomafias internacionales sacaron grandes cantidades de mercancía de Colombia para “enfriarla” en Centroamérica a la espera de reexportarla a México y Estados Unidos, en operaciones principalmente por corredores marítimos desde puertos colombianos en el océano Pacífico.

El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Gustavo Mata, reveló que la producción llegará a 3 mil 300 toneladas en 2017, frente a mil 700 en 2016 y mil 200 en 2015. El 85% es traficado por mar, precisó.

Mata explicó a EL UNIVERSAL que los datos están en un estudio que le entregó la DEA, agencia antidroga de EU, y en “informes confidenciales” de que “al triplicarse” la producción de 2015 a 2017, se estima que “la cantidad” de cocaína que pasará por la región será de 3 mil 300 toneladas.

El incremento coincidió con un récord histórico en cultivos de hoja de coca —materia prima de la cocaína— que Colombia registró a principios de 2017, con 200 mil hectáreas. La erradicación redujo los cultivos en esa nación de unas 180 mil hectáreas en 2000, a 90 mil en 2002, y a 40 mil en 2010, pero en 2014 se suspendieron las fumigaciones aéreas y hubo un repunte para llegar a 200 mil a finales de 2016.

Bogotá anunció en enero pasado que tenía como meta para este año eliminar 100 mil hectáreas para reducir la producción de cocaína; el objetivo de 2016 fue destruir 20 mil y se llegó a 17 mil. El proceso es parte del acuerdo de paz que el gobierno colombiano firmó en noviembre de 2016 con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para sustituir 50 mil hectáreas por productos lícitos en 40 municipios y suprimir a la fuerza otras 50 mil.

Militares y policías colombianos erradicaron más de 50 mil de enero a noviembre de este año y aunque se preveía que la producción de 2017 sería de 2 mil 400 toneladas, los pronósticos fueron superados.

Al respecto, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, alertó a finales de noviembre que “desde hace más de un año” se advirtió del “aumento significativo” de las plantaciones ilícitas en Colombia.

El “remanente existente de la disidencia” de las FARC que eludió acogerse al proceso de paz y que “según datos de inteligencia suman más de 800 miembros”, provocó que “la producción se haya triplicado”, afirmó.

Cifras. Una prueba del alud de cocaína que pasa desde laboratorios clandestinos colombianos hacia Centroamérica rumbo a México y EU, es la cifra de decomisos en el istmo centroamericano y en Colombia, según datos oficiales entregados a este diario.

El Ministerio de Defensa de Colombia logró el pasado 8 de noviembre el mayor decomiso de su historia al incautar un total de 12 toneladas de cocaína de alta pureza al “Clan del Golfo”, uno de los principales proveedores de los cárteles mexicanos, y que habría alcanzado un valor de 350 millones de dólares en las calles de Nueva York.

El Ministerio alegó que, en un quiebre a las finanzas de los grandes cárteles del narcotráfico internacional, de enero a los primeros días de diciembre decomisó 410 toneladas de cocaína pura que calculó se habrían vendido en más de 12 mil millones de dólares en los mercados de Nueva York. Colombia incautó 362.4 toneladas en 2016 y 253.6 en 2015.

El gobierno de Costa Rica, que decomisó 12.1 toneladas en 2012, sumó 19.7 del 1 de enero al 6 de diciembre de este año. Pero si se le suman las del Organismo de Investigación Judicial (policía técnica), la cantidad de 2017 se eleva a 27 toneladas, aparte de que ese cuerpo del Poder Judicial capturó 17 en 2015 y 23.2 en 2016, según datos oficiales.

La Policía Nacional Civil de El Salvador aumentó los decomisos de cocaína de tres toneladas en 2015 a 9.7 en 2016 y 5.4 en lo que va de 2017. Panamá destruyó 42 en 2017 y cerró 2016 con 55 y 2015 con 52.2.

El Ministerio de Gobernación de Guatemala registró 3.2 toneladas decomisadas en 2012; 3.4 en 2013; 5 en 2014, y 6.1 en 2015. Para 2016 se registró un brinco con 12.8 toneladas y, hasta noviembre de 2017, ya se han incautado 13.4 toneladas.

La Policía Nacional de Nicaragua, por su parte, confiscó 5.3 toneladas en 2014; 4.1 en 2015, y 4.5 en 2016. No facilitó cifras de este año.

En Honduras, las autoridades cuantificaron sólo 53 kilos en 2013; 4.2 toneladas en 2014, y 1.7 en 2015. La cifra bajó a 625 kilos en 2016, pero este año se incrementó a 2.5 toneladas.

Unas 10 son transportadas al año por Belice, según cifras oficiales estadounidenses, que calculan que por Centroamérica transita entre 80% y 90% de la cocaína producida en América del Sur que ingresa a EU.

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