Joshua Cohen

, uno de los autores más destacados de la reciente narrativa estadounidense , quiere recuperar una escritura que respete las cuestiones estilísticas para hacer frente a situaciones como la del presidente Donald Trump , que "masacra el idioma y niega a las palabras su derecho a la dignidad".

Cohen (Nueva Jersey, 1980) presentó en Madrid su novela " Los reyes de la mudanza ", publicada en español por la nueva editorial De Conatus , la primera que llega a las librerías españolas de este autor, que es también crítico literario para Harper's y The New York Times, entre otras publicaciones.

De origen judío , Cohen refleja en esta novela una historia crítica con la política israelí de ocupación y con los paisajes de demolición de las sociedades capitalistas de tal forma que enlaza la crisis estadounidense de la vivienda en las zonas oprimidas con el conflicto en Oriente Medio .

Un conflicto que vuelve a la actualidad tras la decisión del presidente estadounidense de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y anunciar el traslado allí, desde Tel Aviv , de la embajada de su país.

"Trump no sabe lo que significan sus actos, ninguno de ellos. Si él dice que va a trasladar la embajada a Jerusalén es como si yo digo que voy a construir un castillo en Marte, es solo una frase. Es lo mismo que si un niño me dice que se va a comer todo el helado del mundo; no te lo puedes tomar en serio y, sin embargo, tiene consecuencias muy serias", considera Cohen.

Pero al escritor lo que le importa, más allá de dónde esté la embajada de Estados Unidos en Israel "es que se están reforzando los lazos militares entre Israel y Egipto porque cuanto más fuertes sean las alianzas de Israel con sus países vecinos, con el objetivo de combatir al Estado Islámico en el Sinaí, más olvidada será la causa palestina".

Para Cohen, Donald Trump "masacra el idioma, le niega a las palabras su derecho a la dignidad, las despoja de todo significado, de todo contexto y además intenta convencernos de que toda afirmación es una mentira y de que la sinceridad es indeseable y por tanto imposible".

Ante esta situación, Cohen, que se hizo escritor en un "acto de rebelión contra la idiotez", cree que lo acertado es "volver a escribir dando importancia al estilo".

"Los últimos 20 años las cuestiones estilísticas, al menos en Estados Unidos , han perdido importancia y yo quiero recuperarlas para que sirvan como contrapeso a esta situación. Porque cuando la lengua muere, las personas también mueren", asegura.

Joshua Cohen

no tenía ningún objetivo político con esta novela: "No es un libro pro Israel ni pro Palestina ; es verdad que escribo desde la perspectiva de unos personajes israelíes porque eso es lo que conozco y me resulta más fácil", sostiene este autor que dice que su ideología es "la del estilo, la de las frases y las palabras en el orden adecuado".

Los protagonistas de su novela son dos jóvenes judíos que se buscan la vida en Estados Unidos en una empresa de mudanzas propiedad del tío de uno de ellos, después de su paso por el Ejército israelí.

Una novela "contemporánea" y adecuada para el momento que vive la sociedad tras la crisis financiera y la de la vivienda, con la que intenta demostrar las consecuencias del desarraigo y de la transición de dos jóvenes que por primera vez se ven convertidos en adultos y experimentan un despertar político.

"Quería transmitir a los ciudadanos de los países desarrollados, que ven el conflicto árabe-israelí como algo muy lejano, que esa misma situación se puede percibir en nuestras sociedades" donde "hay una especie de máscara legal que permite llevar a cabo las mismas acciones, como los desahucios o meter a la gente en la cárcel", indica el escritor.

Para Cohen, solo hay dos tipos de personas en el mundo, las que leen y las que no: "No tengo nada en contra de las que no leen, no las quiero deportar porque ellos ya se deportan solos".

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