Estrasburgo.— Más de un millar de personas se congregaron ayer por la mañana en Estrasburgo (este de Francia) para rendir homenaje a las víctimas del atentado del martes pasado, cuyo saldo aumentó a cinco, luego de la muerte de una persona de nacionalidad polaca.

“Queríamos estar aquí para mostrar que no estamos de rodillas y que seguimos viviendo, aunque sea difícil y doloroso”, explicó Jonathan, del barrio de Neudorf, donde fue buscado y luego abatido el presunto autor del atentado, Chérif Chekatt.

La mayoría de las personas congregadas al pie del gigantesco árbol de Navidad de la plaza Kleber, emblemática con su mercadillo navideño, estaban muy emocionadas, muchas de ellas al borde del llanto.

En la mitad de la plaza, al pie de la estatua del general Kléber, se han instalado desde hace varios días velas, flores y mensajes en memoria de las víctimas.

Cerrado el miércoles y el jueves pasados, el mercadillo navideño de Estrasburgo, que atrae cada año a miles de turistas, volvió a reabrir el viernes. La muchedumbre, aunque menos compacta que de costumbre, volvió a recorrer los puestos de madera donde se vende vino caliente, pastelillos y decoraciones de Navidad.

El atentado causó cinco muertos y 10 heridos. Ayer por la tarde la fiscalía de París confirmó el fallecimiento de la quinta víctima.

“Mi hermano Barto Pedro Orent-Niedzielski nos acaba de dejar. Doy las gracias por vuestro amor y por la fuerza que le habéis aportado”, escribió en Facebook el hermano de este hombre de 36 años, quien vivía en Estrasburgo pero había nacido en Katowice, Polonia.

Pedro Orent-Niedzielski se encontraba el martes en el bar Les Savons d'Hélène junto con un amigo italiano, Antonio Megalizzi, de 28 años, fallecido el viernes.

Según sus amigos, cuando llegó el atacante Pedro intentó interponerse para que no entrara al bar.

Apodado Bartek, Orent-Niedzielski era un apasionado de las lenguas y vivía desde hacía 20 años en Estrasburgo, donde soñaba con abrir “un albergue lingüístico”, dijo a la AFP uno de sus amigos.

Tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como el presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, visitaron la semana pasada Estrasburgo para seguir de cerca los operativos de seguridad y rendir homenaje a las víctimas.

El martes por la noche, Chérif Chekatt entró en el centro histórico de Estrasburgo, armado con una pistola y un cuchillo, y atacó a varios peatones antes de darse a la fuga. Dos días más tarde fue abatido por policías en un barrio de Estrasburgo, donde el presunto atacante había crecido.

Siete personas del entorno de Chekatt —entre sus padres y dos hermanos— fueron detenidas tras el ataque. Seis de ellas han sido puestas en libertad por “falta de elementos incriminantes”, informó la fiscalía.

Sólo una persona queda bajo custodia, de la cual no se han dado a conocer detalles.

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