Washington.— El presidente Donald Trump dijo ayer que las personas que entran a Estados Unidos en forma ilegal deberían ser enviadas inmediatamente hacia su lugar de origen sin ningún proceso judicial, equiparándolas a invasores que intentan “entrar por la fuerza” al país.

Su propuesta desató las críticas de analistas legales y abogados de derechos de inmigrantes que dijeron que violaría el debido proceso establecido en la Constitución de Estados Unidos, que se aplica tanto a ciudadanos como no ciudadanos.

En una serie de tuits, Trump escribió: “No podemos permitir que todas estas personas invadan nuestro país. Cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces ni casos en tribunales, devolverlos al lugar de donde vinieron”.

“No se puede aceptar a todas las personas que tratan de entrar por la fuerza a nuestro país ¡Fronteras Fuertes, Sin Delito!”.

No estaba claro si Trump estaba defendiendo una expansión de una norma que habilita la salida rápida de inmigrantes ilegales en o cerca de la frontera estadounidense, una política que ha adoptado su administración desde que asumió.

Trump tampoco diferenció entre personas que entraron a Estados Unidos para buscar asilo y los inmigrantes indocumentados.

La Casa Blanca no respondió un llamado para buscar una aclaración.

“El presidente de Estados Unidos acaba de proponer por la fuerza la finalización del asilo político y la eliminación del debido proceso para los inmigrantes”, escribió en Twitter Sherrilyn Ifill, presidenta del Fondo de Defensa Legal de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés).

Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de Inmigrantes de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), dijo a Reuters: “La administración no puede simplemente deshacerse de todo el proceso para los inmigrantes. La cláusula del debido proceso se aplica absolutamente. No es una elección”.

Las autoridades pueden pasar por alto las protecciones del debido proceso con la política de “remociones expeditas” que permite deportaciones veloces si un inmigrante es detenido a 100 millas (160 kilómetros) de la frontera y ha estado en el país menos de 14 días. Quienes buscan asilo tienen asegurada una audiencia.

Los tuits de Trump llegan tras una semana de reclamos globales por las imágenes y audios de niños llorando tras ser separados de sus padres en la frontera de EU con México.

Los críticos del propio Partido Republicano de Trump, además de su esposa y su hija, lo instaron a abandonar la política. El presidente cedió a la presión el miércoles, emitiendo una orden ejecutiva que terminó las separaciones. Pero el gobierno aún debe reunificar a más de 2 mil niños con sus padres.

La frustración de Trump por el tema solo creció. Él ha emitido una secuencia de críticas al sistema migratorio y a los demócratas del Congreso, usando términos cada vez más duros como “invasión” e “infestación” para describir la inmigración ilegal.

El congresista republicano por Colorado, Mike Coffman, pidió la dimisión del consejero en inmigración del presidente Donald Trump, Stephen Miller, quien, de acuerdo con medios estadounidenses, es el cerebro detrás de la política de separación familiar y es considerado el responsable.

“Miller es el consejero principal para asuntos migratorios del presidente y creo que, por tanto, debe ser despedido ya que no comprobó la autoridad que tenía la Administración en este asunto”, dijo Coffman en entrevista.

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