La licencia de Uber para operar en Londres no será renovada porque sus prácticas ponen en peligro la seguridad pública, dijo ayer el regulador local, en un nuevo golpe a una compañía que ya enfrenta fuertes cuestionamientos a su cultura corporativa.

El Departamento de Transporte de Londres (TfL, por sus siglas en inglés) dijo que la compañía, cuya App es usada por 3.5 millones y 40 mil choferes en Londres, “no es competente para tener una licencia para operar” un servicio de transporte de pasajeros.

Específicamente, TfL acusa a Uber de no reaccionar suficientemente ante las denuncias de delitos de los que sus conductores serían testigos y de su incapacidad a la hora de comprobar los antecedentes penales de sus choferes. También la culpa de utilizar un programa para que las autoridades no detecten a los conductores cuando estos trabajan en zonas donde no tienen derecho a operar, impidiendo “que las autoridades ejerzan sus deberes reguladores y de aplicación de la ley”.

El departamento “considera que el enfoque y la conducta de Uber demuestran una falta de responsabilidad corporativa en relación con diversos asuntos que tienen implicaciones potenciales de seguridad pública”, dijo la agencia reguladora en una declaración.

Uber fue licenciada inicialmente para operar en Londres en 2012 y su licencia actual expira el 30 de septiembre. La compañía dijo que planea apelar la decisión del regulador, y puede seguir operando hasta que concluya el proceso de apelaciones. “Uber opera en más de 600 ciudades en el mundo, incluyendo más de 40 ciudades y pueblos aquí en Gran Bretaña”, dijo la compañía. “Esta prohibición muestra al mundo que, en lugar de ser abierta, Londres está cerrada a compañías innovadoras que ofrecen opciones a los consumidores”.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, expresó su apoyo a la decisión de TfL y dijo que cualquier operador de servicios de taxis en la ciudad “tiene que cumplir las normas”. “La prestación de un servicio innovador no debe hacerse a expensas de la seguridad de los clientes”, afirmó.

Fundada en 2010 en San Francisco, Uber ha enfrentado a menudo oposición en su expansión. Taxistas se quejan de que los choferes de Uber no tienen que cumplir con el mismo proceso de licencias que ellos, lo que da al servicio una ventaja injusta y pone en peligro al público.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses