Presionado por sus bases más radicales, el presidente regional de Cataluña, el independentista Quim Torra, lanzó un ultimátum al jefe de gobierno español Pedro Sánchez: si no ofrece un referéndum de autodeterminación antes de noviembre, le retirarán su apoyo en el Congreso.

"La paciencia de los catalanes no es infinita, el margen del presidente Pedro Sánchez se ha terminado", dijo el líder separatista, criticado por el independentismo radical por haber aparcado la desobediencia y negociar con Madrid.

"Si no hay esta propuesta para ejercer la autodeterminación de manera pactada, vinculante y reconocida internacionalmente encima de la mesa antes de noviembre, el independentismo no podrá garantizar ningún tipo de estabilidad en el Congreso al señor Pedro Sánchez" , afirmó en un discurso en el Parlamento regional.

El líder socialista llegó al poder en junio tras una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy pero solo dispone de 84 diputados sobre 350, por lo que su gobernabilidad depende de la izquierda radical, los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.

Con una oposición de derechas cada vez más agresiva y sus presupuestos bloqueados, Sánchez advirtió recientemente al independentismo que si priorizaban el conflicto a la cooperación, convocará nuevas elecciones legislativas.

El dirigente español inició un acercamiento a los líderes independentistas a quienes ofreció una mejora del autogobierno regional pero rechazó permitir un referéndum sobre la secesión.

Esta incipiente negociación y la falta de avances hacia la ruptura con España molestaron a los independentistas más radicales, que abuchearon y exigieron la dimisión de Torra el lunes, en el primer aniversario del referéndum de autodeterminación ilegal celebrado entre fuertes cargas policiales.

Cientos de ellos intentaron ocupar el Parlamento catalán , siendo repelidos por la policía regional dirigida por Torra, que dos días antes ya había cargado contra manifestantes separatistas en otra protesta.

El presidente regional fue duramente criticado por la oposición este martes por haber alentado las acciones de estos grupos: "hacéis bien en presionar", les había dicho horas antes de estos incidentes.

En el Parlamento, pidió una "autocrítica seria": "tenemos que exigir que la movilización que necesitamos sea siempre no violenta, radicalmente no violenta", afirmó.

Los independentistas llegan al aniversario de su intento de secesión divididos entre quienes apuestan por una política moderada y pragmática y quienes quieren retomar la ruptura unilateral iniciada el año anterior.

lsm

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