Tapachula.— Osman Abelardo Canis Hernández, un indígena mam del altiplano occidental de Guatemala, fue detenido y encarcelado en los separos de la policía municipal de esta localidad, en noviembre de 2017 por alterar el orden.

Al día siguiente fue encontrado muerto en su celda, presuntamente se atragantó con lo que comía pero, su cuerpo presentaba golpes, escoriaciones y quemaduras.

Canis Hernández, de 36 años de edad, fue detenido a las 16:00 horas por la policía municipal por escandalizar en la vía pública, a una cuadra del Palacio Municipal. Lo trasladaron a la base de esa corporación, ubicada en la 14 Norte y 17 Poniente, de acuerdo a la carpeta de investigación 3786-089-0501-2017.

Según a la necropsia realizada el 31 de octubre de 2017, la muerte de Canis Hernández fue de asfixia por bronco-aspiración, se atragantó con lo que había consumido.

El 1 de noviembre, Leonel fue avisado por unos amigos que su hermano Osmar Abelardo había muerto en la celda número uno de la policía municipal. Viajó a México y se presentó al Servicio Médico Forense (Semefo) para identificarlo.

“Cuando llegué al Semefo unos policías me estaban esperando, me dijeron que querían platicar conmigo y me ofrecieron cuatro mil pesos para que comprara el ataúd; se me hizo sospechoso y les dije que entraría para identificar el cadáver de mi hermano”, narra Leonel.

Recuerda que vio el cuerpo de su familiar con quemaduras en ambas manos y una cortadura abajo del brazo derecho.

“Era como si lo hubieran torturado; por eso decidí no llevarlo a mi país y solicité el apoyo del consulado de Guatemala para que se investigue la muerte de mi hermano”, relata con la mirada apagada.

En la segunda necropsia, practicada el 11 de noviembre por un grupo de peritos procedente de la capital chiapaneca, se confirmó que el deceso fue asfixia por bronco-aspiración. Además el cuerpo presentaba escoriaciones en la rótula (rodilla) izquierda (lesiones de color negra como quemaduras), escoriaciones en borde irregular a nivel axilar derecho, escoriación axilar derecho, escoriación axilar anterior, contusión y edema a nivel de borde nasal, desviación del tabique nasal.

Debido a que el delito de homicidio culposo/omisión no es considerado grave; el Juez de Control ordenó que se buscara una salida alterna.

Cinco años atrás, Osmar Abelardo dejó a su esposa y tres menores hijos en la comunidad Las Mercedes, Guatemala, para emigrar a Tapachula en busca de trabajo. Deseaba un futuro mejor para sus seres queridos, recuerda su hermano Leonel Hernández.

Tapachula niega ayuda. El cónsul de Guatemala en Tapachula, Héctor Sipac Cuin explicó que se hizo del conocimiento de la muerte del extranjero, al presidente municipal, Neftalí de Toro Guzmán debido a que los deudos han solicitado una indemnización de 100 mil pesos por la reparación del daño, sin embargo, se niega a pagar.

Sipac Cuin indicó que el consulado de Guatemala permanece atento a las investigaciones del caso para que haya acceso a la justicia y se castigue conforme a la ley.

Se espera la fecha de audiencia del Juzgado de Control y Enjuiciamiento para la formulación de imputación y vincular a proceso al médico legista, al juez calificador y conciliador, al oficial de barandilla, así como a cuatro policías asignados a la prisión. Osman Abelardo, clama justicia desde algún lugar.

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