Washington.— El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos llegó a la conclusión de que el presidente ruso, Vladimir Putin, dirigió la maquinaria para intervenir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 en favor de Donald Trump y con el objetivo de menoscabar a la candidata demócrata Hillary Clinton, dando validez completa a las aserciones de la comunidad de inteligencia del país.

“No vemos ninguna razón para disputar las conclusiones [de la comunidad de inteligencia]”, dijo el presidente del Comité del Senado, el republicano Richard Burr.

La conclusión, de carácter bipartidista, chocó con la que los republicanos de la Cámara Baja —sin apoyo de los demócratas— presentaron hace apenas un mes.

En sus resultados, los congresistas conservadores determinaron que las agencias de inteligencia no habían seguido los protocolos adecuados al relacionar el Kremlin con la victoria de Trump, dando alas a la idea del presidente de que todo es una “caza de brujas” en su contra.

El Comité del Senado, en la presentación de resultados parciales de una investigación que se espera que concluya definitivamente en otoño, se alineó totalmente con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y demás agencias. “Después de una revisión exhaustiva, nuestro personal llegó a la conclusión de que las conclusiones de la ‘comunidad de inteligencia’ eran precisas y puntuales”, resumió el demócrata Mark Warner, quien calificó el esfuerzo ruso como “extenso, sofisticado y ordenado por el propio presidente [Putin] con el propósito de ayudar a Donald Trump y perjudicar a Hillary Clinton”.

Por otra parte, otro comité de la Cámara Alta, el correspondiente a aspectos judiciales, publicó un documento de 2 mil 500 páginas con detalles y transcripciones de la reunión entre el primogénito del presidente, Donald Trump Jr, y emisarios rusos, que tuvo lugar en junio de 2016 con el objetivo de conseguir material dañino contra Clinton.

Trump Jr. fue interrogado en privado por el Comité de Asuntos Judiciales del Senado sobre el tema el año pasado. Desde que se conoció el encuentro del hijo del mandatario con emisarios rusos, se convirtió en un elemento clave de la investigación sobre la posible relación y lazos entre la campaña del magnate y Rusia para interferir en las elecciones, y es parte fundamental de la investigación que realiza el fiscal especial del caso, Robert Mueller. En los documentos se explicita que Trump Jr. quería reunirse con los rusos para perjudicar a Clinton y confirman casi todas las informaciones que ya se conocen sobre la trama rusa y las relaciones entre el entorno del presidente y emisarios y personalidades rusas.

Hoy se cumple el primer aniversario del nombramiento de Mueller para estas pesquisas, que hasta ahora se han saldado con varios acusados formales y que ha dado muchos dolores de cabeza al presidente.

En este sentido, el ex alcalde de Nueva York y abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, aseguró ayer a varios medios locales que Mueller confirmó al presidente que, siguiendo las normativas del Departamento de Justicia, no va a acusarlo formalmente de ningún delito porque todavía está en el cargo.

En otro tema paralelo relacionados con las investigaciones al entorno del magnate, Trump admitió en un formulario fiscal sobre sus finanzas personales que “reembolsó por completo” entre 100 mil y 250 mil dólares a su abogado Michael Cohen. Cohen fue quien pagó 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels para callar un affaire extramarital con el magnate. La Oficina de Ética recomendó investigar el pago.

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