Washington.— El gobierno de Estados Unidos “no hará concesiones” durante las negociaciones con el líder norcoreano, Kim Jong-un, y exigirá como condiciones detener las pruebas de misiles y abrir la puerta a la desnuclearización, remarcó ayer el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, quien destacó que la política de extrema firmeza del presidente Donald Trump permitió que se diera el diálogo.

“No se equivoquen. Mientras estas negociaciones se producen, no se harán concesiones”, dijo Pompeo en el programa Fox News Sunday. Precisó que Corea del Norte deberá ofrecer “pruebas verificables, completas e irreversibles” de que los ensayos de misiles han finalizado y EU mantendrá sus estrictas sanciones económicas a Pyongyang.

En entrevista en el canal NBC, Pompeo afirmó que Trump “puso una enorme presión global sobre los norcoreanos, que ha tenido un impacto real en el régimen y su economía, haciendo que Kim Jong-un venga a nosotros y diga que quiere empezar a discutir en términos que Estados Unidos nunca había obtenido antes”.

El secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, recordó en entrevista en el programa de NBC Meet the Press, que “el presidente ha dejado en claro que las condiciones [para la reunión con Kim] son que no haya pruebas nucleares y no haya misiles”.

Mnuchin desestimó las críticas de que la decisión de Trump eleva la posición internacional del líder norcoreano. “Ahora tenemos una situación en la que el presidente usa la diplomacia, pero no eliminamos la campaña de máxima presión”, dijo y añadió: “Esa es la gran diferencia aquí. Las sanciones se mantienen. La postura de defensa sigue siendo la misma, por lo que el presidente se sentará a ver si puede cerrar un trato”, que se basa en la desnuclearización de la península.

Trump vaticinó el sábado en la noche en un acto en Pennsylvania que las conversaciones con Kim serán un “tremendo éxito”, días después de que se revelara que había aceptado un histórico encuentro con el líder del régimen.

“El presidente tomó la decisión: este es momento adecuado para reunirse con Kim”, agregó Pompeo. Aunque en un primer momento se situó la cita en mayo, posteriormente la portavoz presidencial, Sarah Sanders, matizó que aún no había “ni un lugar ni una fecha fijada”.

Sin embargo, un portavoz del gobierno surcoreano dijo ayer a EFE que la frontera entre las dos Coreas sería una de las sedes posibles para el encuentro. “Lugares como Suiza, Suecia o la isla de Jeju tienen posibilidades [de ser la sede], aunque consideramos la Zona de Seguridad Conjunta como una opción de peso”, explicó.

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