Caracas.— El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue objeto ayer de lo que su gobierno calificó como un atentado. Al menos dos detonaciones tuvieron lugar durante el desfile por el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); el mandatario salió ileso, pero siete militares resultaron heridos.

Durante un mensaje a la nación, Maduro acusó a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, junto con la ultraderecha colombiana y sus opositores venezolanos, de intentar matarlo.

“Se trata de un atentando para matarme, han intentado asesinarme”, aseveró el mandatario.

“[Fue] la saña asesina de la oligarquía colombiana y estoy seguro de que aparecerán todas las pruebas, pero los primeros elementos de investigación apuntan a Bogotá”, reiteró.

En tanto, el gobierno colombiano desestimó las palabras de Maduro. “No tiene base. El presidente [Santos] está dedicado al bautizo de su nieta Celeste y no a tumbar gobiernos extranjeros”, aseveró una alta fuente de la presidencia. El mandatario venezolano también denunció que los “financistas” del incidente se encuentran en Estados Unidos, a cuyo presidente, Donald Trump, pidió ayuda para enfrentarlos.

En su discurso, que tuvo lugar dos horas después del presunto ataque, Maduro aseguró que ya habían sido “capturados y procesados parte de los autores materiales del atentado contra mi vida y ha sido capturada parte de la evidencia. Ya las investigaciones están muy avanzadas, hemos despejado la situación en tiempo récord”.

“Todo el trabajo que se hizo ha permitido establecer, con evidencias, que se trata de un atentado contra la figura del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros”, indicó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.

Según el gobierno, las averiguaciones establecieron que se trataba de artefactos voladores tipo dron que tenían una carga explosiva y al detonar dejaron siete militares heridos.

Rodríguez señaló que uno de los drones estalló cerca de la tarima donde se encontraba Maduro, por lo que el mandatario fue desalojado y volvió a la casa presidencial.

El ministro de Comunicación afirmó que lo ocurrido evidencia la desesperación de la “ultraderecha que ha sido derrotada en el terreno político”.

Las imágenes, transmitidas en cadena de radio y televisión fueron sacadas repentinamente del aire. Sin embargo, en el video se pudo ver que la gente cercana al presidente mira hacia el cielo; Maduro deja de hablar de manera inesperada y la cámara cambia la toma hacia la cara de uno de los militares formados en la avenida, tras escucharse un estruendo. También se observa que los soldados formados en la avenida rompen filas y corren entre la confusión.

En redes sociales se informó que varios periodistas que salieron a reportear lo sucedido fueron detenidos y hasta anoche no habían sido liberados.

El presidente venezolano comentó que ese hecho se produjo tras “los anuncios dramáticos del ‘final de Maduro’”, en referencia a las declaraciones que hizo Santos la semana pasada en el sentido de que estaba cercano el fin de Maduro.

“Es que Juan Manuel Santos entrega la presidencia el 7 de agosto y no se puede ir sin echarle una broma a Venezuela, sin hacerle un daño, una maldad”, dijo el venezolano.

Contó que en el momento en el que se produjeron las explosiones, él se encontraba terminando un discurso en el que denunciaba “el sabotaje especializado, milimétrico y terrorista contra el sistema eléctrico (...) Y estaba diciendo no bajemos la guardia porque la conspiración ha retornado, en ese mismo momento explotó frente a mí un artefacto volador”.

Los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Bolivia, aliados del régimen venezolano, condenaron el ataque.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó los hechos de “delito de lesa humanidad”; su par cubano, Miguel Díaz-Canel, y el primer secretario del Partido Comunista, Raúl Castro, condenaron “enérgicamente” el incidente.

En Nicaragua, la vicepresidenta Rosario Murillo dijo: “Terroristas, criminales y vencidos en todas partes. Ni pudieron ni podrán, ¡no pasarán!”.

Anoche un grupo anónimo denominado Soldados de Franela se adjudicó la autoría de la llamada Operación Fénix a través de redes sociales. Sin embargo, su existencia y responsabilidad no fue confirmada.

“Demostramos que son vulnerables, no se logró hoy pero es cuestión de tiempo”, dicen en un mensaje de Twitter.

Los llamados Soldados de Franela dicen ser un conjunto de “militares y civiles patriotas y leales a Venezuela”, y según fuentes venezolanas el grupo estaría conformado por oficiales retirados que estuvieron en el golpe de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses