Austin.— Dos paquetes bomba estallaron ayer en la ciudad de Austin, Texas, 10 días después de una explosión mortal similar, en tanto la policía de Texas investiga la posibilidad de que los ataques sean crímenes de odio racial.

Un joven de 17 años murió la mañana de ayer después de llevar un paquete a su casa y abrirlo. Una mujer de 40 años resultó herida en el mismo incidente, informó la policía.

Más tarde, una mujer de 75 años resultó gravemente herida en una segunda explosión, cuando recogió un paquete frente a su casa.

La mujer, quien fue hospitalizada en estado crítico pero estable, fue identificada por el diario The Washington Post como Esperanza Herrera, de origen hispano.

El 2 de marzo, otro paquete bomba se había cobrado la vida de un hombre de 39 años. “Este es el tercero de lo que creemos que son incidentes relacionados en los últimos 10 días”, dijo el jefe de policía de Austin, Brian Manley, en una conferencia de prensa.

“Imploramos a la comunidad, si sabe algo sobre estos ataques, es imperativo que lo diga”, apuntó.

La oficina del gobernador de Texas ofreció una recompensa de 15 mil dólares por información que conduzca al arresto del culpable.

“Quiero asegurarles a todos los texanos, y especialmente a los de Austin, que los agentes de la fuerza pública locales, estatales y federales están trabajando diligentemente para encontrar a los responsables de estos crímenes atroces”, dijo Greg Abbott.

Los investigadores no han hallado evidencia de terrorismo y aún no han establecido un motivo definido ni tienen una descripción del atacante, dijo Manley.

La policía evaluaba si los ataques fueron provocados por odio racial.

“Tenemos dos víctimas afroestadounidenses, y la víctima de este último incidente fue una mujer hispana de 75 años. Por lo tanto, todavía estamos trabajando para determinar si esto puede jugar o no un papel, pero no vamos a descartarlo”, precisó el jefe de policía.

Michelle Lee, una portavoz del Buró Federal de Investigaciones (FBI), que está colaborando en la investigación, dijo a la AFP que “no se ha descartado nada en términos de motivos”.

Las autoridades creen que los paquetes, descritos como cajas de aspecto sin importancia, fueron depositados durante la noche y no fueron enviados a través del correo, ni de ningún otro servicio de entrega.

Las explosiones se produjeron en momentos en que Austin, una ciudad de 2 millones de habitantes, recibe medio millón de asistentes de casi 100 países para el festival South by Southwest. Entre los asistentes hay celebridades como el fundador de Tesla, Elon Musk, y el actor Mark Hamill.

Los organizadores del festival no indicaron de inmediato si se tomarán precauciones adicionales.

Mientras tanto, las autoridades advirtieron a los residentes evitar abrir paquetes inesperados y denunciar cualquier cosa sospechosa.

Manley pidió a la población “estar atenta a lo que pasa”.

La Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, informó que colaborará con la policía de Austin en la investigación.

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