Bruselas.— Del inédito encuentro entre el presidente de Estados Unidos y el líder de la nación más aislada y misteriosa del orbe, los expertos en Europa esperan poco.

Incluso algunos consideran que Donald Trump se equivocó, pues terminó acreditando al heredero de la dictadura fundada por la dinastía Kim Jong dándole el estatus de un “honorable hombre de Estado”.

Remco Breuker, profesor de la Universidad de Leiden y uno de los más reconocidos expertos en la materia, descarta que el apretón de manos entre Trump y Kim Jong-un conduzca a la solución de la crisis coreana. Asegura que el acuerdo carece de elementos novedosos, está basado en compromisos asumidos anteriormente por Pyongyang.

“Estas declaraciones las he escuchado antes varias veces. Pienso que todo esto son puras palabras, no estoy impresionado. Kim dice: van a desaparecer todas las armas nucleares. Eso queremos todos, pero no va a suceder”, declaró a la prensa holandesa.

Para el estudioso, el régimen norcoreano no renunciará a la única garantía de subsistencia que tiene: su arsenal nuclear y capacidad para golpear con sus misiles balísticos más allá de su perímetro de influencia.

Una lectura similar tiene el antiguo secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, quien consideró el documento suscrito en Singapur como “una mera declaración de intenciones”. Afirma que no es un acuerdo irreversible y verificable, todo queda sujeto a actos voluntarios y la intuición del presidente estadounidense.

Señala que el proceso genera también dudas, ya que inició invertido, es decir, arrancó con un encuentro ministerial “tete-a-tete” y no a partir de la sustancia, los detalles y los objetivos.

Más allá del texto rubricado, preocupa la imagen de haber colocado la bandera norcoreana junto a la estadounidense. Kim Jong-un ha logrado en los últimos meses alejar la atención de la comunidad internacional de la terrible situación de los derechos humanos en su país, y ahora sus esfuerzos se ven coronados apareciendo junto al “líder del mundo libre” sin ninguna concesión previa.

“Tengo serias dudas de que se tenga éxito legitimando a un dictador con un acuerdo no vinculante que recicla el antiguo acuerdo de 1990”, declaró el líder de los liberales en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, “particularmente cuando viene de un hombre que aniquiló el Acuerdo de París, el pacto con Irán y recientemente el G7”.

“Es malo que alguien como Kim Jong-un esté bajo los reflectores y sea tratado con respeto”, indicó el investigador Breuker, y agregó que lo más rescatable es el “enfriamiento de un posible conflicto militar”.

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