A pesar de que el número de infecciones por VIH en Estados Unidos va en declive con el paso de los años, los datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades ( CDC , por sus siglas en inglés) marcan una tendencia es prometedora: entre 2005 y 2014, el número de contagios ha descendido un 19%.

Sin embargo, eso supone que en 2014 se infectaron 37 mil 600 estadounidenses; desde hace años, los varones homosexuales y bisexuales son los más proclives al contagio . La cifra de muertos ese año se situó en los 6 mil 721, convirtiéndose en la octava causa mortal en el grupo de entre 25 y 34 años.

Con todo, se estima que hay 1 millón 100 mil estadounidenses con VIH. En 2015, y con datos de la misma agencia gubernamental, se diagnosticaron 39 mil 513 nuevos casos, un descenso del 9% frente al periodo 2010-2014.

La preocupación de las autoridades recae, principalmente, en el todavía alto número de infectados que no saben que llevan el virus, y que no aprovechan las miles de instituciones que ofrecen exámenes gratuitos para conocer si se es portador. Se calcula que solo el 85% de los enfermos saben que llevan el virus, por lo que 1 de cada 7 infectados no es consciente de su situación.

Otro aspecto destacable en la situación del VIH en EU es el coste de la medicación necesaria para su control. El sistema sanitario estadounidense no es precisamente el más económico para los pacientes, y en el caso de enfermedades crónicas como este provoca quebraderos de miles de dólares.

Los diferentes grados del VIH hacen que analizar el coste sea muy complejo. En 2013, el CDC estimaba que el coste durante la vida de un portador de VIH se situaba alrededor de los 379 mil 668 dólares. Según un estudio publicado en 2015 en la revista Medical Care de la Asociación Americana de Salud Pública, el coste anual de la medicación para un estadounidense infectado oscila entre los 10 mil y los 15 mil dólares. A lo largo de la vida y según esos cálculos, un paciente pagará entre 326 mil y 435 mil dólares para mantener el virus crónico y no convertirlo en mortal, la mayor parte destinados al pago de medicación antiretroviral.

Solo los mejores seguros médicos privados pueden mitigar el coste para el bolsillo del individuo infectado. La gran mayoría debe apoyarse en los programas públicos de ayudas, que muchas veces no ataca solo el coste de la medicación pero ofrece de forma gratuita otros servicios y beneficios.

El interés genuino de los Estados Unidos para paliar la enfermedad está en la existencia del denominado Programa Ryan White, nombrado por un adolescente que se convirtió en símbolo de la lucha contra el VIH y el SIDA, que desde hace casi tres décadas trabaja con ciudades y estados dando apoyo a más de medio millón de personas con VIH al año.

Medicare y Medicaid, los programas de salud pública para colectivos más favorecidos, son los servicios que más dinero aportan a la ayuda a los portadores de VIH. en 2016, el gobierno presupuestó 26 mil 400 millones de dólares para combatir la epidemia de VIH en EU.

A pesar de todo esto, el número de portadores que tienen el virus bajo control gracias al tratamiento está en el 49%. La cifra es una buena noticia, que se complementa además con la certificación que este grupo que tiene la enfermedad indetectable no lo transmiten sexualmente.

Ante la imposibilidad inmediata de encontrar una cura definitiva, las autoridades están apostando por la prevención. No solo en forma de expandir los tests y métodos tradicionales, sino apostando por nuevas fórmulas como los medicamentos PrPE, siglas de profilaxis pre-exposición, y que reducen en un 90% las opciones de contagio en grupos de riesgo.

El CDC está recomendando la prescripción de estos medicamentos que, a pesar de su alto coste, se han determinado como muy efectivos -y, por tanto, evitan el coste en medicación de por vida. “El valor económico de la prevención del VIH en Estados Unidos es sustancial dado el alto coste del tratamiento”, concluye el estudio de Medical Care.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses