Washington.— Estados Unidos todavía confía en que la histórica cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un se celebre el próximo 12 de junio en Singapur. Las negociaciones “van en dirección correcta”, aseguró Washington, e incluso se habría producido un “progreso real en las últimas 72 horas para fijar las condiciones” del encuentro.

El alto dirigente norcoreano Kim Yong-chol visitará hoy la Casa Blanca para entregar en mano a Trump una carta del líder de Corea del Norte. “Está yendo muy bien con Corea del Norte, nuestro secretario de Estado ha tenido muy buenas reuniones”, aseguró Trump, quien se declaró “ansioso” de ver el contenido de la misiva, aunque reconoció que aun si hay cumbre, “eso no significa que se vaya a conseguir todo en una reunión”, y que es probable que haya “una segunda o tercera” cumbre en el “proceso”.

Lejos queda la carta de la semana pasada en la que el mandatario estadounidense anunciaba la cancelación de la cumbre de forma unilateral y por sorpresa ante lo que llamó “hostilidad” norcoreana.

El jefe diplomático de EU, Mike Pompeo, es el hombre del momento en este aspecto. En los últimos dos días encabezó un par de reuniones en Nueva York con Yong-chol, como parte del esfuerzo para avanzar en los preparativos del encuentro entre líderes. En paralelo, equipos de ambos países trabajan en cuestiones logísticas tanto en la zona desmilitarizada entre las Coreas (DMZ) como en Singapur.

“La cumbre ofrece una apertura histórica para liderar a EU y Corea del Norte hacia una nueva era de paz, prosperidad y seguridad”, resumió Pompeo en conferencia de prensa en la que dijo que existen “avances reales”.

En cuanto a el contenido del diálogo, la posición de EU continúa invariable. “Nuestro objetivo es consistente y conocido: una desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península coreana”, recordó Pompeo. Queda en duda si las dos partes entienden y aceptan lo mismo por “desnuclearización”, una de las grandes incógnitas y aristas de la relación.

Kim Jong-un se reunió ayer mismo en Pyongyang con el canciller ruso Serguei Lavrov, a quien dijo, de acuerdo con la agencia oficial norcoreana KCNA, que “la voluntad de la República Democrática de Corea de dirigirse hacia la desnuclearización de la península coreana sigue sin cambios, coherente y fija”. Lavrov, por su parte, invitó a Kim a visitar Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin. “Aprecio mucho que Putin oponga resistencia a la hegemonía de EU”, señaló a su vez Kim.

Con información de DPA

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