El imán Abdel Baki Essati, sospechoso de pertenecer al grupo yihadista responsable de los atentados ocurridos en Barcelona y Cambris y de ser quien introdujo a los jóvenes atacantes al extremismo, residió en Machelen, en la periferia de Bruselas, “de enero a marzo de 2016”, afirmó a la AFP el alcalde de la localidad limítrofe de Vilvorde, Hans Bonte.

“Según las informaciones que tengo”, el imán Abdel Baki Essati, buscado por los investigadores españoles, se hospedó “en Machelen de enero a marzo de 2016”, declaró Bonte, que está a cargo de la policía de ambas localidades.

De acuerdo con las indagatorias, el imán de Ripoll se radicalizó en los viajes que hizo al extranjero en los últimos años. Las autoridades sospechan que tuvo contacto con algún enlace del Estado Islámico en sus visitas a Marruecos, Bélgica o Francia.

De unos 40 años, el imán Abdel Baki Essati, quien está desaparecido desde el martes, habría podido radicalizar a la docena de jóvenes sospechosos de integrar la célula yihadista, junto a él.

El secretario de Estado belga para el Asilo y la Migración, Theo Francken, afirmó en Twitter que la oficina para extranjeros no conocía al “imán Abdel Baki Essati” por ese nombre. “Nunca solicitó ni obtuvo ningún permiso de residencia belga”, pero “puede que acudiera a Bélgica”, matizó.

De acuerdo con medios de comunicación españoles, Abdel Baki Essati, cuyo domicilio en la pequeña ciudad de Ripoll, al pie de los Pirineos, fue registrado el sábado, habría estado encarcelado en el pasado por delitos menores.

Los diarios españoles El País y El Mundo, citando a fuentes de la lucha antiterrorista, indicaron que el imán habría tenido contacto en prisión —de la que salió en enero de 2012— con detenidos por los atentados islamistas de marzo de 2004 en Madrid, que dejaron 191 muertos. Conocidos del imán dicen que “era muy solitario, frecuentaba más a los jóvenes que a las personas de su edad”.

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