“Nicaragua no puede aguantar más tiempo con una economía frenada que está siendo resentida fuertemente. Somos un país con una economía pobre y pequeña, no tenemos los recursos financieros que tiene Venezuela, de prolongarse esto por el resto del año, la economía va a decrecer 2%”, advierte Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).

A dos meses de haberse iniciado las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, el sector empresarial hace un llamado al mandatario para que busque una solución a la crisis.

En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, Chamorro insiste en las consecuencias que podría tener el que la crisis se prolongue. “No somos un país petrolero, somos un país con un per cápita muy bajo y la tasa de crecimiento difícilmente va a pasar del uno y medio por ciento por la crisis que tenemos. Si este conflicto no se resuelve a final del año, la economía va a decrecer y van a incrementarse significativamente los niveles de pobreza; mucha gente que está alrededor de la línea de pobreza ya está registrando pérdidas fuertes en materia de inversión y de empleo”.

A decir del director de la Funides, la crisis actual es resultado del mal gobierno de Ortega, a quien acusó de tener un régimen que no abrió espacios para la democracia. “Ortega provocó la crisis y con su régimen cerró la independencia de poderes, un régimen autoritario que promulgaba leyes antojadizas y violatorias a los derechos, un régimen que básicamente se constituyó en un poder absoluto” y eso, afirma, “cansó a la gente”.

Chamorro señala que el sector empresarial se unió a los reclamos de estudiantes y otros sectores de la oposición con el objetivo de buscar una “democratización” y con ello poner fin a la represión y a los muertos, que según organismos no gubernamentales suman al menos 200. Apunta que las manifestaciones contra el régimen van más allá de un decreto, pues reflejan una “crisis acumulada”.

“Cuando uno está en una situación de este tipo de gravedad, no queda más que buscar una solución y poner término a este régimen de una manera democrática y constitucional, por eso es que planteamos el adelanto de las elecciones”.

El empresario aclaró que no sólo se trata de convocar a elecciones, sino de buscar una reforma para el Consejo Supremo Electoral que está bajo el mando del gobierno. En Nicaragua, detalla, no existe un Tribunal Electoral como en México, totalmente independiente, sino que el presidente Ortega es quien controla todas las instancias del Estado. “La democratización del país, por un lado, implica lo que mencionaba, la reforma al Consejo Supremo Electoral, adelanto de comicios y en la parte de justicia llevar ante los tribunales y organismos competentes en derechos humanos y orden internacional a todos los responsables de los crímenes cometidos estos meses”.

Para el empresario, el gobierno está en una encrucijada y debe de tener voluntad para dialogar y cumplir los acuerdos pactados en la mesa de diálogo nacional. “Después de dos meses, se ha convertido en una protesta cívica ciudadana de las más grandes dimensiones, prácticamente todo el pueblo se ha alzado contra el régimen, está en una situación bastante débil, bastante aislada y por eso se ve obligado a convocar a una mesa de diálogo mediado por la Conferencia Episcopal”.

Chamorro descarta una negociación de los empresarios con Ortega para solucionar el conflicto y reconoce que si bien el sector privado tuvo espacio de consensuar políticas económicas, estas se fueron perdiendo ante la falta de “democracia”. “Al no haber consenso de políticas económicas y que no se toma en cuenta el estado de derecho, la democracia plena y la independencia de poderes, las consecuencias son un desmantelamiento de la institucionalidad democrática que a todas luces se veía desde 2007”, subraya.

Frente a la negativa de Ortega de convocar a elecciones y dejar el poder, el empresario nicaragüense considera que hay dos vías: el diálogo nacional y la resistencia pacífica. “Sí él no decide dialogar con esta Alianza Cívica, va a pasar el tiempo y habrá más represión. Nuestra posición es buscar una solución negociada a esto para detener el baño de sangre y si no dialoga ahora, eventualmente va a tener que negociar con alguien”.

La resistencia, afirma, se mantendrá el tiempo necesario. “Si no hay voluntad política de diálogo seguiremos con protestas ciudadanas, tranques [bloqueos] carreteros en las principales vías de comunicación en el país, así que estamos hablando prácticamente de una situación de paro generalizado en Nicaragua”.

Para los nicaragüenses, insiste el presidente de la Funides, es una prueba muy dura el tener un gobierno que no quiere salir y que tiene el control de los poderes del Estado. “En la Alianza Cívica lo que estamos tratando es darle una opción de una salida democrática, dialogada, una salida donde podamos darle a todos en Nicaragua la oportunidad de expresarse libremente si quieren o no continuar con este régimen”, menciona.

Chamorro espera que el gobierno decline de su posición intransigente. De lo contrario, advierte, el futuro del país centroamericano será más “derramamiento de sangre y muerte”.

“Estamos hablando de unas elecciones adelantadas que generen una nueva Asamblea Nacional independiente, un Consejo Supremo Electoral que cuente los votos, un Poder Judicial” cuyos fallos no dependan de los intereses del poder. “Es decir, una democratización del país”, concluye.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses