WASHINGTON.- Además de cargar contra México, la furia matinal de los tuits de Trump volvieron a atacar a su víctima favorita, los líderes del partido demócrata, y lo hizo con uno de sus temas más recurrentes: DACA.

La protección a la deportación de los jóvenes indocumentados, que actualmente está en fase de respiración asistida gracias a los tribunales, quedó prácticamente bajo tierra después de que Trump, entre el domingo y el lunes, matara casi todas las opciones de que apoyara una solución.

“DACA está muerto porque los demócratas no actúan ni les importa”, aseguró en uno de sus tuits. La furia de Trump contra sus rivales políticos por los dreamers tuvo respuesta. Una fuente demócrata del Senado dijo a EL UNIVERSAL que “es más claro que el agua que el fin de DACA recae únicamente en las espaldas del presidente Trump y su administración. Desde que eligió rescindir el programa, los demócratas negociaron de buena fe en varias propuestas, solo para que él rechazara todas y cada una de ellas. El presidente Trump nunca fue serio en encontrar una solución para los dreamers”.

La bipolaridad de la administración Trump apareció otra vez cuando, en una conferencia telefónica con periodistas, altos funcionarios de la Casa Blanca -que eligieron mantenerse en el anonimato- dijeron que están trabajando en una nueva propuesta migratoria que presentar al Congreso de EU. Sin dar ningún detalle, solo se pudo extraer que se basará en los cuatro pilares que desde el pasado otoño están tratando de conseguir -dinero para el muro, solución para los dreamers, fin de la lotería de visados y restricción de la reagrupación familiar- y con lo que fallaron estrepitosamente.

“Estamos trabajando en otro paquete legislativo, obviamente hemos estado hablando de esto durante muchos meses ya, incluyendo cuando enviamos las prioridades migratorias al congreso en octubre que básicamente cerrarían los vacíos legales para que podamos tener un sistema migratorio legal y salvar muchas vidas en los dos lados de la frontera”, dijo el oficial.

En el sendero más anti-inmigrante de la administración, el The Wall Street Journal publicaba una información en la que aseguraba que, a partir del próximo 1 de octubre, el Departamento de Justicia obligará a los jueces de migración cumplir con una serie de “cuotas”, lo que los críticos han visto como una “amenaza para la independencia judicial” y algo que influenciará a los veredictos por el poco tiempo que dará a los letrados para exponer casos y defender pruebas para garantizar la estadía en EU de los inmigrantes.

Según el rotativo, los jueces deberán cerrar al menos 700 casos por año y resolver el 85% de los casos de extradición en menos de tres días. El objetivo: reducir el volumen de 700 mil casos que están pendientes en cortes de migración en todo el país.

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