Juan Barros

, el obispo de la diócesis de Osorno cuestionado por el supuesto encubrimiento del sacerdote pederasta Fernando Karadima, participó hoy en Temuco en la segunda misa masiva del papa Francisco en Chile, tras concelebrar la que ofició este martes el pontífice en el parque O'Higgins de Santiago.

Barros llegó este miércoles al aeropuerto Maquehue, el lugar donde se iba a celebrar la misa, acompañado de otros prelados y al bajar del autobús que le trasladaba, fue rodeado de micrófonos y cámaras.

Al ser cuestionado por la prensa por su presencia en la celebración de la " Misa por el Progreso de los Pueblos " este miércoles en la capital de la Araucanía , Barros reclamó su derecho a participar en las actividades con motivo de la visita del pontífice y pidió a los informadores que le dejaran tranquilo.

"Lo principal es que estemos contentos y abiertos a la palabra de Dios que nos trae el papa (...) "¡Su visita es tan grande! Ustedes ayuden también a que sus frutos lleguen a tantos corazones", recomendó Barros al grupo de periodistas que le asediaba a preguntas.

"He dicho muchas veces que no he sido testigo de eso", declaró en alusión a los abusos sexuales contra menores cometidos por el expárroco del Bosque, como denunció este mismo martes Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del cura Karadima.

"Les pido, por favor, que me dejen tranquilo (...) ayer hablé con algunos periodistas y lo que corresponde ahora es que tengamos una misa muy bonita", contestó Barros, a quien una reportera argentina espetó: "¿por qué no deja la sotana y le hace un bien a la Iglesia?".

"La verdad es lo importante. Y la verdad es lo que tiene que primar", replicó el prelado de Osorno.

Días atrás, trascendió el contenido de una carta en la que el papa Francisco se mostraba partidario de pedirle al obispo Barros el retiro definitivo o su relegación a un segundo plano.

Al respecto, el vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro, fue preguntado hoy en radio Cooperativa sobre si esta posibilidad se le había planteado directa y explícitamente al obispo de Osorno en alguna ocasión.

"Tengo la impresión de que muchas veces sí se ha hecho, en un clima muy fraterno y con mucho respeto", fue la respuesta del portavoz episcopal.

"El papa ve que no hay una legítima duda sobre Juan Barros como obispo de Osorno (...), no hay ninguna acusación comprobada que permita tomar una decisión", agregó Coiro.

"Yo la verdad es que no conocía esa carta, para mí fue una sorpresa", manifestó al respecto el propio Barros, quien consideró que el contenido de la misiva no implica "una opinión en contra".

Y agregó que se siente respaldado por Bergoglio. "El papa fue muy afectuoso conmigo, yo estoy en el servicio de la Iglesia", enfatizó.

Algunos religiosos han expresado públicamente su molestia porque la presencia de Barros en los actos encabezados por el pontífice reste fuerza al mensaje apostólico.

"No quisiera que un obispo opaque la belleza, la majestuosidad y la trascendencia que tiene una visita del papa", declaró el obispo de la diócesis de Aysén, Luis Infanti.

En esta misma línea, el padre jesuita Fernando Montes, cercano al papa, manifestó que Juan Barros tiene derecho a estar presente en las misas del pontífice en su condición de obispo, aunque hubiera sido mejor que no participará, agregó.

lsm

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