Representantes de Corea del Norte y del Sur mantuvieron ayer las primeras conversaciones para preparar su reunión de alto nivel del 9 de enero, la primera entre ambos países en más de dos años. El presidente estadounidense, Donald Trump celebró el diálogo y dijo estar dispuesto a reunirse con su par norcoreano, Kim Jong-un.

Los dos países emplearon los canales telemáticos situados en la aldea de Panmunjom, en la militarizada frontera entre ambos, para debatir e intercambiar documentos sobre la composición de las respectivas delegaciones que participarán en la reunión, detalló un portavoz del Ministerio de Unificación del Sur.

Norcorea aceptó el viernes la propuesta del Sur de celebrar una reunión en Panmunjom el 9 de enero para tratar el envío de una delegación norcoreana a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en febrero, así como una mejora de lazos en términos generales.

La decisión llegó a raíz de que el 1 de enero el líder norcoreano, Kim Jong-un, expresara su deseo de estrechar lazos. La reunión se acordó también después de que Seúl y Washington anunciaran el jueves que retrasarán el inicio de sus maniobras militares anuales.

El presidente Trump celebró que las dos Coreas hayan pactado reiniciar las conversaciones después de dos años y manifestó: “Me gustaría que lo llevarán [el diálogo] más allá de las Olimpiadas... En el momento apropiado, nos involucraremos”.

Preguntado sobre si él estaría dispuesto a mantener una conversación telefónica con Kim, Trump afirmó: “Absolutamente, yo haría eso [hablar con el dirigente norcoreano]”.

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