Un cargamento de 700 kilos de cocaína que quedó abandonado en aguas del Océano Pacífico tras ser remitido por vía marítima por mafias del narcotráfico en un itinerario con escala en Centroamérica y en ruta a México y Estados Unidos, fue decomisado por unidades de superficie de la Armada Nacional de Colombia, confirmaron hoy fuentes militares colombianas.

En un informe que envió a EL UNIVERSAL, la Armada precisó que del cargamento incautado, y ya puesto a disposición de autoridades judiciales colombianas, “se presume que tenía como destino intermedio Centroamérica, desde donde sería ingresado posteriormente a México y Estados Unidos”.

La operación, añadió, fue ejecutada por la Fuerza Naval del Pacífico en coordinación con la Policía Nacional de Colombia.

Un buque de guardacostas de Colombia destacado en el puerto San Andrés de Tumaco, un municipio del suroccidental departamento colombiano de Nariño, sobre el litoral Pacífico, fue desplegado hasta una zona en alta mar donde quedaron “abandonados 35 bultos sellados, amarrados entre sí, flotando”, precisó.

Según el reporte oficial, la cocaína incautada en esta batida militar, con un peso neto de 700 kilos, “le hubiese representado ganancias superiores a los 23 millones de dólares a las estructuras narcotraficantes que delinquen en esta zona del país si su tránsito no hubiese sido interrumpido por la Armada Nacional”.

Con este operativo, del que este martes se dieron las primeras noticias, la Fuerza Naval del Pacífico sumó más de 95 toneladas de cocaína confiscadas de enero a noviembre de 2017, informó.

El Ministerio de Defensa Nacional de Colombia informó hoy a este diario que de enero a noviembre de 2017 decomisó 390 toneladas de cocaína, frente a 362,4 en 2015 y 253,6 en 2015.

La Armada reportó que el objetivo es seguir “debilitando y cerrándole espacios” a las organizaciones del narcotráfico que se movilizan en el Pacífico colombiano, para atacarles “principalmente sus fuentes de financiamiento y accionar delictivo”.

Zona sensible. Convertido en uno de los más importantes corredores marítimos de drogas, el Océano Pacífico es una pieza clave de los narcotraficantes para transportar sustancias ilícitas de Colombia a México y EU, vía Centroamérica.

En este contexto, el vicepresidente colombiano, general en retiro Oscar Naranjo, propuso el 13 de noviembre en Washington a la administración estadounidense de lucha antidroga (DEA por sus siglas en inglés) que EU, México y Colombia formen una fuerza de tarea conjunta militar y policial que intervenga en las aguas del Océano Pacífico frente a Centroamérica, para contener el masivo contrabando marítimo de cocaína del sur al norte de América.

La vicepresidencia de Colombia informó a EL UNIVERSAL que en una reunión de Naranjo con oficiales de la DEA “le propusimos” intervenir el Pacífico de una forma “integral y tripartita” con EU, México y Colombia en una estrategia contra el narcotráfico.

Naranjo, ex director de la Policía de Colombia, expuso el pasado 3 de agosto unos detalles de la fuerza tripartita en una cita con autoridades policiales colombianas en Cali, capital del también suroccidental departamento colombiano de Valle del Cauca. Ese departamento alberga al puerto de Buenaventura, el principal de Colombia en el Pacífico y punto crucial de salida de lanchas con cocaína que pasan por un corredor marítimo centroamericano hacia México y EU.

La propuesta surgió en un complicado contexto del narcotráfico: un récord a inicios de 2017 de 200 mil hectáreas de cultivos ilícitos de hojas de coca en Colombia y la expectativa de que la producción de cocaína superará este año las 2 mil 400 toneladas, sin precedentes en más de 45 años en la historia de lucha antidroga.

El gobierno de Costa Rica, un país que está en las rutas del contrabando de estupefacientes, reveló esta semana que la producción de cocaína superará las 3 mil 300 toneladas en 2017.

El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, informó el pasado 16 de noviembre que fue superada “la barrera” de las 45 mil hectáreas de las 50 mil que deben ser erradicadas forzosamente en 2017, para un cumplimiento del 95% del objetivo trazado para el próximo 31 de diciembre.

Colombia previó inicialmente un aumento consecutivo de la producción de cocaína, con unas 2 mil 400 toneladas en 2017 frente a mil 700 en 2016 y mil 200 en 2015 y con los cárteles mexicanos como principales clientes.

Con la erradicación forzada, Colombia pasó de unas 180 mil hectáreas en 2000 a 90 mil en 2002 y a 40 mil en 2010, pero en 2014 se suspendieron las fumigaciones aéreas y repuntó a 200 mil en 2016, según números oficiales.

El gobierno colombiano aseguró que erradicará 100 mil en 2017 apegado al acuerdo de paz que firmó en noviembre de 2016 con las comunistas y ex guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): sustituirá 50 mil en 40 municipios y eliminará otras 50 mil con el ataque policial y militar.

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