San José.— El politólogo Carlos Alvarado Quesada, de 38 años y del gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), se convirtió anoche en el presidente electo de Costa Rica al derrotar al predicador evangélico Fabricio Alvarado Muñoz, de 43 años y del opositor Partido Restauración Nacional (PRN), en la segunda y definitiva ronda de las elecciones presidenciales costarricenses.

El predicador admitió su derrota al comparecer en una plaza pública anoche ante sus seguidores en esta capital e informó que llamó por teléfono a su rival para felicitarle por su victoria electoral.

“No estamos tristes, no, porque hicimos historia”, proclamó Alvarado Muñoz al pedir a sus simpatizantes que respeten a los resultados, dejar “a un lado las rencillas”.

El magistrado Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), anunció anoche que tras el conteo de 5 mil 992 de las 6 mil 612 juntas receptoras de sufragios, en un corte a las 20:05 horas de Costa Rica (21:05 en el centro de México), equivalentes a 90.62% de las mesas, el politólogo recibió un millón 205 mil 864 sufragios, lo que representa 60.66% de los votos.

El pastor evangélico, quien al amparo del rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo se convirtió a inicios de este año en una inesperada estrella política de Costa Rica y el pasado 4 de febrero ganó la primera ronda de los comicios presidenciales, obtuvo 782 mil 9 votos, correspondientes a 39.33% de los sufragios válidos.

En contraste, el oficialista, quien tiene en su historial ser comunicador, politólogo y cantante de rock, tiene una visión opuesta en lo que se refiere a derechos igualitarios, especialmente en torno a las personas de la comunidad LGTBI, incluido el derecho al matrimonio.

Para ganar en la segunda ronda sólo se requirió de mayoría simple. En la primera se necesitó más de 40% de los votos válidos, por lo que 11 de los 13 aspirantes quedaron fuera después de la consulta de febrero y a la fase definitiva pasaron el predicador evangélico y el politólogo, eliminando, entre otros, a los partidos Liberación Nacional y Unidad Socialcristiana, las fuerzas políticas tradicionales que, desde 1949, se turnaron en los gobiernos de Costa Rica hasta 2014.

El politólogo Alvarado Quesada asumirá el poder el próximo 8 de mayo para una gestión de cuatro años en sustitución del actual presidente, Luis Guillermo Solís Rivera, quien triunfó en 2014 al ser postulado por el PAC, por lo que ese partido, fundado a inicios del siglo XXI, logró reelegirse de manera consecutiva.

Un total de 3 millones 322 mil 329 costarricenses formaron parte del padrón electoral para votar de las 06:00 a las 18:00 horas de ayer. Pese a que la segunda ronda se efectuó en una fecha poco usual —un Domingo de Resurrección, después de los días de asueto de Semana Santa—, las cifras divulgadas anoche por el TSE mostraron que el abstencionismo bajó a 33.09%, luego de en febrero pasado llegó a 34.3% y fue el segundo mayor desde 1958.

En un mensaje antes de dar a conocer los resultados parciales, pero irreversibles, el presidente del TSE afirmó que ayer “imperó el respeto y la responsabilidad cívica que nos ha caracterizado”, en una alusión a que este país se consolidó como la más sólida y pacífica democracia de América Latina y el Caribe desde la segunda mitad del siglo XX y sin ejército desde 1948.

Al pedir prudencia y mesura, Sobrado aseveró que “es la hora de la humildad, de la generosidad y el respeto”, instó a las fuerzas vencidas a admitir con “generosidad e hidalguía” su derrota para “poner a Costa Rica por encima de su desazón”.

“Vencedores y vencidos debemos y estamos llamados a respetar inobjetablemente el veredicto de las urnas”, alegó, al advertir que desconocer los resultados oficiales “es irrespetar” al pueblo soberano “que ha hablado”.

Al cierre de esta edición los costarricenses esperaban el mensaje de la victoria del Alvarado Quesada, quien fue ministro de Trabajo y Seguridad Social del gobierno del presidente saliente, es casado y tiene un hijo pequeño.

Las votaciones se realizaron sin incidentes significativos y bajo la vigilancia de una misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, que se desplegó en diferentes sitios del país para verificar la pureza de los comicios.

Google News

Más Información

Noticias según tus intereses