El influyente ex ministro kirchnerista y legislador Julio de Vido fue detenido ayer y tras- ladado a una cárcel, horas después de que la Cámara de Diputados argentina votara su desafuero parlamentario por pedido de dos jueces que lo investigan por corrupción.

De Vido ejerció como ministro de Planificación Federal durante los gobiernos de los peronistas Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa y sucesora, la ahora senadora electa Cristina Fernández (2007-2015), en los que manejó multimillonarios fondos para la obra y servicios públicos.

El diputado se presentó en la tarde en los tribunales federales del barrio de Retiro de Buenos Aires, momentos después de que la Cámara Baja votó su desafuero por 176 votos a favor, ninguno en contra y una abstención. Hubo 79 ausentes por la decisión del bloque del Frente para la Victoria (FpV) kirchnerista de no ingresar al recinto.

Tras la votación en Diputados, una multitud de curiosos se agolpó a las puertas del apartamento de De Vido en Buenos Aires, aunque el ex ministro no estaba ahí, sino camino a los tribunales, donde compareció ante el juez Luis Rodríguez.

“Nuestra decisión es no convalidar lo que entendemos como un plan de persecución de los opositores”, expresó el jefe de la bancada del FpV, Héctor Recalde. “Tenemos un grupúsculo de jueces y fiscales empeñados en seguir las instrucciones que le dan desde el Poder Ejecutivo”, dijo.

El 26 de julio, con apoyo de los legisladores peronistas, De Vido había sorteado con éxito una votación en Diputados impulsada por el gobierno del presidente, Mauricio Macri, que reclamó su expulsión del Parlamento por falta de “idoneidad moral”. “Mándenle champagne a la doctora Carrió”, expresó De Vido al ingresar a los tribunales federales, en un mensaje a la diputada de la coalición gobernante Elisa Carrió, quien desde 2003 presentó numerosas denuncias contra el ex ministro.

Los jueces federales Rodríguez y Claudio Bonadío solicitaron el desafuero del ex ministro y diputado en el marco de sus investigaciones por supuesta corrupción. Resolvieron que De Vido quedara detenido y el legislador salió de los tribunales en medio de un estricto operativo de seguridad que evitó que fuera visto esposado, informaron Clarín y La Nación. Fue trasladado con una amplia escolta policial hasta el penal de la localidad bonaerense de Ezeiza.

“Esto es un escándalo. En el Estado de derecho las penas se aplican luego de una condena”, dijo Maximiliano Rusconi, abogado de De Vido, al salir del juzgado. El juez Rodríguez tiene a su cargo una causa contra De Vido por supuestos desvíos millonarios de fondos para la producción de una mina de carbón en la provincia de Santa Cruz y la construcción de una usina y una línea ferrovaria que conectara el lugar.

Bonadío dictó días atrás el procesamiento de De Vido por una presunta maniobra “defraudatoria” en la importación de gas licuado, por el cual se habrían pagado sobreprecios por casi 7 mil millones de dólares, según una pesquisa. Su ex mano derecha Roberto Baratta fue detenido en el marco del mismo caso.

De Vido afronta también en la actualidad otras 10 investigaciones, entre ellas el juicio en el que está acusado de supuesta administración fraudulenta en perjuicio del Estado y estrago culposo agravado por la muerte de 51 personas, más una por nacer, y lesiones que sufrieron 789 personas al chocar el 22 de febrero de 2012 un tren en la estación terminal de Once, en Buenos Aires.

La detención del legislador generó múltiples reacciones en el gobierno y el ámbito político. Macri evitó pronunciarse públicamente sobre el tema, pero sí lo hicieron varios funcionarios. “Quienes lo denunciamos durante la década kirchnerista, sentimos que la detención de Julio de Vido es un verdadero acto de Justicia”, destacó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

La titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, consideró “histórico que en menos de dos años se hayan movido tantos expedientes”.

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, la oficialista María Eugenia Vidal, subrayó que su desafuero y detención “es una señal que no hay impunidad ni privilegios para nadie. Todos somos iguales”.

En tanto, Fernández de Kirchner, quien asumirá su banca en el Senado el próximo 10 de diciembre, es investigada en varias causas por supuesta corrupción e irregularidades durante sus dos presidencias.

Google News

Más Información

Noticias según tus intereses