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El plástico se ha transformado en una amenaza para la vida en los océanos , y Chile no es una excepción.
Ni siquiera las islas más remotas del país están libres del problema como lo revela un estudio realizado durante cuatro años en la remota isla Guafo , que se encuentra al suroeste de la isla grande de Chiloé , casi en el límite con Aysén .
La investigación, publicada recientemente en la revista Marine Pollution Bulletin, muestra que este remoto rincón de Chile presenta importantes concentraciones de basura en su entorno costero, de la cual al menos 50% corresponde a residuos plásticos. Están entre las más altas que registra la costa chilena, sostiene la publicación.
El biólogo de la Universidad Nacional Andrés Bello (Unab) Diego Pérez-Venegas, quien es autor principal de la publicación, cuenta que todo comenzó cuando trabajaba con otros investigadores en una lobera de la isla y les contaron que habían visto animales enredados en mallas de plástico y otras basuras. A Pérez-Venegas le interesó conocer su origen y empezó a monitorear el área. Lo primero que observó es que la basura se iba renovando cada año, por lo que no se trataba de una situación puntual.
A lo largo del tiempo, el joven investigador y otros de mayor experiencia que apoyaron su proyecto detectaron todo tipo de desechos. “Hemos encontrado basuras con caracteres japoneses y también con textos en sueco y alemán. También hemos hallado pelotas de basquetbol y otro tipo de objetos. Todo eso llegó flotando”.
“En un principio pensamos que era más la basura de origen oceánico traída desde lejos por las corrientes, porque la isla está bastante más alejada de la costa del continente que Chiloé. Pero lo que más nos llamó la atención es que el mayor porcentaje de basura provenía de las faenas de pesca local”. Esto incluye cuerdas, redes, envases y botellas plásticas.
Aunque la isla no tiene poblaciones humanas permanentes, salvo un faro con cinco personas, en verano llegan pescadores desde Quellón a la parte norte de la isla a extraer un tipo especial de alga.
“Al parecer, la basura que generan, especialmente en la bahía donde embarcan, es transportada por la corriente alrededor de la isla”, sostiene. Debido a una disminución del recurso, este tipo de desechos se ha reducido en la última temporada, lo que reafirma que hay una correlación entre menos pesca y menos basura.
Impacto ambiental
Pérez-Venegas reconoce que si sólo se tratara de basura oceánica, el problema sería más difícil de combatir, pero el saber dónde está el foco principal permite enfrentarlo. Por eso su idea es trabajar con la comunidad de pescadores y la municipalidad de Quellón para que manejen sus desechos y eviten que boten basura al mar.
Lo que hoy más le inquieta es el impacto a largo plazo en la biodiversidad, por lo que están estudiando la ingesta indirecta de microplástico por parte de los lobos marinos a través del consumo de organismos contaminados.
También podrían verse impactadas aves como la fardela negra, el pingüino de Humboldt, además de ballenas como la jorobada y azul.
El trabajo es parte de su tesis de doctorado en biología de la conservación. “Guafo es un área bastante aislada y considerada prístina, por lo que ha sido sorprendente lo que ha encontrado”, reconoce el biólogo de la Unab José Pulgar.