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Morena y PRD en el Congreso de la Ciudad de México acordaron proponer a las 16 alcaldías la incorporación de médicos tradicionalistas; es decir, curanderos en sus consultorios.

Argumentaron que en los últimos tres años se ha mostrado un interés significativo por el uso de esta medicina, de más de 12 mil atenciones en lo que va de esto año.

En voz de las congresistas María Guadalupe Chávez (Morena) y Gabriela Quiroga (PRD), en los sistemas de atención de salud con pertenencia cultural atienden personas curanderas que en su mayoría cuentan con conocimientos de sus abuelos y padres, incluso han cursado diplomados impartidos por universidades como la de Chapingo, la Interculturalidad del Estado de México y la Universidad Autónoma de Morelos.

“La Ciudad de México tiene una composición pluricultural que obliga tanto a gobiernos como a representaciones a preservar y defender los derechos de los pueblos indígenas a la libre determinación”, argumentó Gabriela Quiroga Anguiano.

La diputada aseguró que al amparo de la Constitución política de la capital del país se hace necesario el reconocimiento de quienes ejercen el oficio de curanderos, parteras y médicos tradicionales como personas que tienen arraigados conocimientos sobre la salud y la enfermedad.

Sostuvo que se requiere un adecuado fortalecimiento de los sistemas tradicionales de curación, pero que hoy en día se encuentran con limitantes, tales como la falta de espacios para ofrecer atención.

Recordó que con anterioridad se habilitaron espacios denominados Casas de Medicina Tradicional, en los cuales se apoyan y desarrollan investigaciones, publicaciones, talleres y jornadas; de igual manera, se impulsan proyectos para el cultivo y aprovechamiento de las plantas.

La legisladora del PRD comentó que un estudio realizado por alumnos de la Carrera de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se sabe que los principales padecimientos detectados en las personas que acuden a las Casas de Medicina Tradicional son estrés y ansiedad, que derivan en problemas de obesidad, gastritis, contracturas musculares, depresión y adicciones.

Dijo que la población indígena, los pueblos originarios y la sociedad en general requieren un adecuado fortalecimiento de los sistemas tradicionales de curación, para atender problemas de salud física, emocional y de filiación cultural.

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