Atrás quedaron los “acuerdos en lo oscurito, los interés económicos y políticos” con los cerca de 80 dirigentes de organizaciones del comercio informal; ahora, las reglas “son para todos, sin distinciones y por igual”, afirma la subsecretaria de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública, Dunia Ludlow.

En entrevista con El UNIVERSAL, indica que el plan de reordenamiento del comercio informal en el Centro Histórico avanza mediante una supervisión calle por calle y mapeo sobre el desarrollo de la actividad, donde el objetivo es que en unos meses se erradique la práctica del toreo y que se respete en su totalidad de la zona prohibida para ejercerlo dentro de los perímetros A y B.

Por ello, si alguien no cumple la norma, no sólo se levanta a esa persona, sino que se le impide la colocación por tramos de todos los integrantes de esa organización, ya sea por uno o varios días, dependiendo de la infracción, “para propiciar que no sólo el dirigente, sino los propios comerciantes que están en el tramo se hagan responsables de la forma en la que puedan estar en la vía pública y entre todos cuiden y respeten los diferentes acuerdos a los que se llegan”, sostiene.

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“Sí nos está funcionado mucho esto de castigarlos; nos está funcionado mucho también el diálogo, antes pues prácticamente no había diálogo, pasaba el convoy y sálvense quien pueda, ni se avanzaba con las organizaciones ni con los comerciantes, entonces, nos está ayudando tanto el diálogo como los castigos”.

Expone que todos los días se contabiliza la actividad del comercio popular en las 158 calles, mil 124 tramos y 24 plazas públicas en el Centro Histórico. Para ello, se cuenta con dos equipos de trabajo, uno que va acompañado por elementos de la policía auxiliar para explicar y orientar al vendedor sobre las medidas que debe cumplir, y otro que va sin uniforme evaluando y levantando un reporte sobre el comportamiento de los comerciantes.

Ludlow asegura que el gobierno local ya no quiere la práctica simulada, sino acciones contundentes: “Lo hemos reducido consideradamente y la intención es que en próximos meses no haya ni un sólo toreo en todo el día en el Centro Histórico”.

Enfatiza que no se va a platicar con ninguna organización que quiera acceder a plazas comerciales que tengan toreros en las calles, “los toreros están absolutamente prohibidos y no hay siquiera posibilidad de diálogo”.

Actualmente, en las calles de Correo Mayor a Izazaga ya fue erradicada esta práctica.

Apunta que el pasado 25 de febrero inició la revisión de los Permisos Administrativos Temporales Revocables (PATR) en el centro en compañía de la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario, la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil y la Autoridad del Centro Histórico.

A la fecha han sido visitados 22 de los 56 permisos otorgados distribuidos en 44 inmuebles, que iniciaron desde el pasado reordenamiento en la gestión de Marcelo Ebrard Casaubon.

“El gobierno sí está pensando abrir nuevas plazas, va de la mano de la recuperación de espacios que se le están dando mal uso”, dijo.

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Cinco zonas vigiladas

La subsecretaria comenta que se acordó con las organizaciones el domingo de descanso en general, y como obligatorio en el perímetro A los lunes, mientras que el B, los martes.

Las acciones realizadas han permitido una disminución de 71% en la no instalación del comercio en vía pública en zona prohibida; 80% de los comerciantes han retirado bocinas que provocaba un exceso de ruido, y 93% en el cumplimiento de retiro de puestos, así como 78% la no obstrucción de cámaras del C5.

Ludlow expone que el Centro Histórico está dividido en cinco áreas: la “zona prohibida” o zona 5, que está conformada por el perímetro entre las calles de Izazaga, Eje Central, Alameda Central, República de Perú, parte de Brasil, Seminario incluyendo Palacio Nacional y Pino Suárez.

Aquí, el comercio ambulante será mínimo y “controlado”. En esta parte se encuentran los músicos que están ubicados en la calle 16 de septiembre; los danzantes en las plazas Empedradillo y Seminario, que en su momento fueron reubicados del Zócalo, así como los volanderos. “El objetivo es que ya no haya presencia de este sector en dicho lugar”.

La zona 1, que abarca el Barrio Chino, pasó de 2 mil 397 puestos de comercios de vía pública a mil 906, con 20% de disminución y un cumplimiento de 78%.

La zona 2, detrás de Palacio Nacional, desde Fray Servando y Soledad, hasta Circunvalación, de 2 mil 730 a 2 mil 563 puestos, es decir, 6% de disminución de actividad, y un cumplimiento de 74%. En la zona 3, desde la calle de Soledad hasta Colombia, bajó de 2 mil 510 a 2 mil 265, una disminución de 10% y cumplimiento de 75%.

La zona 4, desde República de Colombia hasta Eje 1, concentra a su vez la mayor parte del comercio en la vía pública. Se trabaja en su ordenamiento, pues está bajo resguardo de la alcaldía Cuauhtémoc.

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