Dar clases en un furgón de ferrocarril

, no es tarea fácil, es jugar con el tiempo y el clima extremoso en un aula de lámina y madera, para conducir a los alumnos en un viaje por el conocimiento , señaló Abisaí Cruz Álvarez, director de la escuela primaria federal multigrado “Lic. Adolfo López Mateos”.

Este vagón escuela funciona en las inmediaciones de San Bartolo, donde quedó estacionado desde hace tres décadas, sobre las vías del ferrocarril que viajó por más de un siglo de la Ciudad de México a Acámbaro Michoacán.

Por 42 años, las clases en el vagón escuela estuvieron a cargo del maestro Jaime Mayolo Contreras, quien se jubiló apenas en febrero luego de haber sido el mentor de 42 generaciones de estudiantes, 16 de ellas en recorridos itinerantes, especialmente por el norte del país.

El "vagón escuela", una experiencia llena de conocimiento en Naucalpan
El "vagón escuela", una experiencia llena de conocimiento en Naucalpan

Fotografía: Iván Stephens/ EL UNIVERSAL

El resto, frente a la estación del ferrocarril de San Bartolo, de donde ha permanecido estacionado durante los últimos 26 años, en un cinturón de miseria donde viven unas 100 familias.

Tras la jubilación del profesor Jaime Mayolo Contreras, las clases del vagón escuela ahora están a cargo de Abisaí Cruz Álvarez, un joven de apenas 25 años de edad, quien dirige la escuela multigrado en la que también imparten clases las maestras Samantha Ramírez en primero y segundo grado; Fanny Flores de tercero y cuarto; así como la profesora Rosalba Mercado de quinto y sexto grado.

El vagón escuela lejos de desaparecer, hoy vive una de sus épocas con mayor actividad, al pasar de tener una treintena de alumnos a 80 niños que cursan de primero a sexto año de primaria, por lo que además del furgón hay dos aulas más improvisadas entre el caserío aledaño a las vías del ferrocarril.

“Esta es una escuela totalmente diferente, que opera sobre vías del tren a unos pasos de Periférico Norte, uno entra aquí y se olvida que está en Naucalpan”, afirmó Abisaí, quien no pierde el entusiasmo pese a que trabaja en una de las zonas más peligrosas y con mayor marginación del Valle de México.

El "vagón escuela", una experiencia llena de conocimiento en Naucalpan
El "vagón escuela", una experiencia llena de conocimiento en Naucalpan

Fotografía: Iván Stephens/ EL UNIVERSAL

En el furgón de lámina y madera, no hay comodidades, adentro el calor convierte el aula en un infierno, que tratan de reducir con ventiladores “que sólo circulan aire caliente”. En época de frío el vagón se convierte en un refrigerado; en lluvias te mojas y enlodas los zapatos al entrar o salir.

Aun así para estos profesores “no es un castigo dar clases aquí, es un reto muy importante”, afirmó el joven director quien reconoció que su responsabilidad al frente del vagón escuela ha cambiado sus hábitos, pues su jornada que inicia a las 7:30 de la mañana, no necesariamente termina a las 5 de la tarde, toda vez que estar al frente de una escuela de tiempo completo, implica hacer pedidos para el siguiente día, ir al súper o al mercado, facturar insumos para preparar los alimentos de los niños .

“Me da risa, en reuniones con directores de otras primarias, muchos se quejan que no tienen un privado, yo ni oficina tengo, sólo un escritorio en el comedor”, afirmó Abisaí, cuya preocupación mayor es lograr tener una barda perimetral, agua potable, energía eléctrica estable y baños suficientes para sus 80 alumnos, toda vez que hoy solo hay dos tazas de WC , una para niñas y otra para niños.

lr.

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