El 27 de junio cambió la vida de Alfredo Sánchez, un oficial de 32 años de edad de la Policía Municipal de Nezahualcóyotl. Mientras participaba en la persecución de unos delincuentes que llevaban secuestrada a una persona recibió un balazo en la cabeza.

“Ahorita está en recuperación en casa esperando su siguiente cirugía, él está sin parte de su cráneo, física y mentalmente está mal”, contó su esposa Anayeli.

Alfredo era bombero y decidió enrolarse mejor a Seguridad Pública, y desde hace cuatro años se dedicaba proteger a la comunidad donde vive su familia, amigos, vecinos y habitantes del segundo municipio más poblado del Estado de México.

“Tenemos dos hijos y cuando él regresó a casa después de salir del hospital fue muy doloroso el que él no estuviera consciente de que tiene un hijo menor, no lo reconoce”, dijo.

Los diagnósticos no son nada alentadores para Alfredo.

“La bala afectó gran parte del cerebro en cuestión a su lenguaje, aprendizaje y el habla. No recuerda lo más mínimo, le hemos mencionado lo que sus compañeros nos cuentan, pero no recuerda lo que le ocurrió”, lamentó.

Aun cuando ha recibido atención, la vida de Alfredo está en riesgo porque le tienen que hacer una craneoplastía, la bala aún se encuentra alojada en la parte trasera de la cabeza del oficial de Nezahualcóyotl y los médicos aún no determinan si la extraen o la dejan en su interior.

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