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San Mateo Atenco, Méx.—Con una escoba como remo y un tapabocas, con el que intenta soportar el olor pestilente, Guadalupe navega en una lancha por el Barrio de Guadalupe, en San Mateo Atenco, que se convirtió en la “Venecia mexiquense”, donde cerca de 5 mil pobladores llevan tres días entre aguas negras del Río Lerma.

“Acá la ayuda no llega, no tenemos agua limpia, comida, ni siquiera botas de hule para salir en busca de alimentos”, afirmó con enojo Lupe, quien junto con su familia ha permanecido en la planta alta de su casa, luego de que el primer nivel quedara inundado.

Las lluvias del domingo por la noche, aumentaron el caudal del río y la afectación se extendió a 2 mil 500 casas, donde habitan 5 mil personas y además dañó 200 hectáreas de cultivo, señalaron autoridades municipales.

Decenas de familias que habitan junto al cauce en los barrios Guadalupe, Santiaguito y San Lucas, este lunes expresaron su molestia por la falta de ayuda para superar la crisis que generó la inundación.

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