Jorge Gabriel,

de 21 años de edad, pasó un año 10 meses en el penal de Cuautitlán, acusado de asaltar con violencia a una mujer que al parecer no existe. Al final, una jueza de juicio oral lo absolvió.

El joven asegura que el delito fue fabricado y la víctima, e incluso, un supuesto testigo son inexistentes

“Está libre con el corazón roto”, describió Leticia Olvera Naranjo, defensora de Jorge Gabriel Mendoza Martínez, cuyo delitod, aseguran, fue fabricado por los policías que efectuaron la detención y que lo torturaron.

La defensora pidió que se aplique el Protocolo de Estambul para acreditar que los elementos que detuvieron al joven lo torturaron.

Jorge Gabriel fue absuelto por la juez de juicio oral Norma Angélica Delgado Chávez, luego de que se acreditó que Bárbara Monterrubio Solís, la supuesta víctima, y Ricardo Gutiérrez Solís, el testigo, no existen, pues no presentaron ninguna identificación, no hay CURP de ellos y no habitan en los domicilios que presuntamente proporcionaron .

“Se siente re gacho. Por una cosa que no cometiste estar un ratote”, dijo Jorge Gabriel.

El 2 de septiembre del 2015 el joven, entonces de 19 años de edad, fue detenido por policías estatales en la colonia Ampliación Las Torres, en Tultitlán, cuando laboraba vendiendo cilindros de gas, junto con su padre.

La detención se realizó sin orden de aprehensión, en supuesta flagrancia. Los policías presentaron un teléfono descompuesto; dijeron que la víctima lo llevaba a reparar y Jorge Gabriel la amenazó con un cuchillo para despojarla del aparato.

La tortura

El detenido fue trasladado a un estacionamiento de Barrientos, en Tlalnepantla, donde hay instalaciones de la Fiscalía de Justicia del Estado de México, donde f ue torturado por al menos ocho policías, entre estatales y ministeriales.

Lo asfixiaron cubriéndole el rostro con su sudadera y también le echaron agua en boca y nariz ; sufrió quemaduras con lámparas eléctricas en el pene, periné, escroto, entrepiernas y espinillas.

Naranjo Olvera relató que la médico legista de la entonces Procuraduría de Justicia del Estado de México, la doctora Elisa Zagazeta, determinó que las lesiones que presentó Jorge Gabriel no tardaban en sanar más de 15 días.

Sin embargo en el registro de ingreso al penal de Cuautitlán, se dio cuenta puntual de las lesiones que presentaba.

La defensora de Jorge Gabriel agregó que la jueza de control vinculó al joven, por lo que el imputado solicitó un amparo contra la tortura sufrida, en el juzgado decimoprimero de distrito, número 1332/2016.

Dijo que el juez de distrito ordenó a la jueza de control dar vista al Ministerio Público del área de litigación para que iniciara la carpeta de investigación ante la Fiscalía Especializada de Servidores Públicos, en la Tercera Mesa de Responsabilidades con el número económico 81/2016, aunque sólo enviaron 48 fojas, sin la declaración de Jorge Gabriel y sin videos de las audiencias. La investigación al respecto no muestra avances.

Olvera Naranjo reiteró que se debe aplicar el Protocolo de Estambul para acreditar la tortura que sufrió Jorge Gabriel.

La etapa de cierre de investigación se prolongó más de un año y finalmente el asunto se fue a juicio oral.

La jueza

Norma Angélica Delgado Chávez, en sólo tres meses , el 13 de junio del 2017, dictó sentencia absolutoria a favor del joven , en la causa de juicio 319/2015, que fue recurrida por el fiscal y confirmada el 1 de septiembre del 2017 por el Segundo Tribunal Colegiado en materia penal de Tlalnepantla, toca 356/2017.

La defensora aseguró que a su cliente “ estos actos de autoridad le generaron daños físicos, morales, psicológicos y económicos de difícil reparación”.

Agregó que al parecer Jorge Gabriel fue víctima de una supuesta venganza de una pareja de elementos de los Cuerpos de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem), con domicilio en la colonia Sierra de Guadalupe, en Tultitlán, quienes fabricaron el delito, junto con policías estatales y ministeriales , así como dos agentes del Ministerio Público, la que conoció el caso y la que le dio continuación.

“¿Qué sigue?, tenemos que luchar. Una, que no se quede impune el actuar de las autoridades, dos que se aplique la ley tal cual es, que se vea. Tres, creo que hay una secretaría técnica que tiene que ver estos errores; cuatro, que se le repare a Jorge Gabriel el daño”, dijo Olvera Naranjo.

Los sacrificios de la familia

Explicó que familiares del joven vendieron propiedades para tener recursos y enfrentar los gastos que significaron que estuviera en prisión casi dos años. También pagaron edictos en periódicos, donde pidieron a la víctima y al testigo acudir ante el juzgado para continuar con el procedimiento penal, sin que nadie respondiera.

Olvera Naranjo insistió que el delito fue fabricado y la víctima y el testigo son inexistentes. Jorge Gabriel está libre “gracias a que hubo una juez muy justa” , que en tres meses resolvió el j uicio oral y determinó absolver al joven.

Los estragos que dejó su historia

Jorge Gabriel intenta recuperarse de los hechos. Pero le cuesta trabajo.

Ahorita no salgo a la calle, si salgo me da miedo. Por ejemplo, yo que ando repartiendo el gas, veo una patrulla y me altero, me paran los de Tránsito, tengo todos mis papeles, mi licencia, me da miedo presentarlos, porque luego digo que me vayan a echar otra cosa”, expresó.

Mencionó: “Está muy feo porque sales a la calle, volteas a ver una patrulla. El primer día que salí, salí con mi hermana. Pregúntale cómo iba agarrado de ella. Veía una patrulla y me alteraba”.

Olvera Naranjo reiteró: “Si puedes notar, está libre con el corazón roto. Está mal, ante la sociedad no se ha hecho justicia, porque yo creo que debió haberse ordenado, dictado la inocencia de Gabriel”.

irr

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