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Los agentes de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México exhibidos el pasado lunes presuntamente recibiendo narcosobornos aún no se han presentado con sus superiores para explicar qué sucedió y detallar lo que se documentó en el video, pues uno está de vacaciones y el otro, prófugo desde el mismo lunes cuando abandonó la guardia en la coordinación territorial.

Los otros oficiales que trabajaban con ellos en el sector de Morelos revelaron a la procuraduría que el agente Juan Pablo Bernal se encuentra de vacaciones, extrañamente tomó sus días de descanso el mismo lunes que se le observó recibiendo dinero, no avisó ni dio explicaciones, ya que supuestamente había reportado con antelación que no se presentaría a trabajar.

Aunque los encargados de la PGJ sabían de la existencia del video no hicieron nada para impedir que saliera de la Ciudad.

Con base en los días que le corresponden por el tiempo que lleva laborando en la procuraduría capitalina, tendría que presentarse ante sus superiores el próximo 27 de mayo, pero hasta el momento se desconoce su paradero.

Mientras que el otro oficial, René Domínguez Sánchez, el mismo lunes abandonó su guardia en la Coordinación Territorial de Cuauhtémoc-2 y hasta el momento, sigue en calidad de “ilocalizable”.

De cualquier manera, la procuraduría legalmente no puede proceder contra ellos, pues aunque se abrió la carpeta de investigación por el delito de cohecho, después que EL UNIVERSAL difundiera la imagen donde reciben sobornos, a ellos se les considera inocentes hasta que se les demuestre lo contrario, por lo que siguiendo sus protocolos esperarán otras 12 horas más a que se presenten de manera voluntaria. De lo contrario, solicitarán a un juez una orden de presentación para así deslindar responsabilidades.

En este sentido y con el objetivo de depurar sus filas de malos elementos y evitar que los agentes de la Policía de Investigación (PDI) sean corrompidos, la dependencia investigadora asegura que mantiene una constante supervisión de los funcionarios que ahí laboran.

Dieron a conocer que durante el primer trimestre del año, la Visitaduría Ministerial de la PGJ ha declarado procedentes mil 839 expedientes de queja que relacionan a dos mil 647 funcionarios de la dependencia. Las quejas son diversas, desde un mal actuar de los agentes del Ministerio Público al no atender correctamente una denuncia, hasta supuestos actos de prepotencia de los policías en campo.

Aquí encajan las denuncias de corrupción de parte de los agentes de la PDI, quienes aparentemente reciben narcosobornos.

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