metropoli@eluniversal.com.mx

Con un minuto de silencio, alrededor de cien estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNAM recordaron a Gratziella, alumna de esta facultad y a su madre Graciela, académica de la máxima casa de estudios, asesinadas el pasado jueves 15 de marzo.

En el evento realizado en el jardín de este plantel, alumnas de la máxima casa de estudios del país recordaron que su compañera y su mamá fueron víctimas de un feminicidio, por lo que exigieron a las autoridades llegar al fondo del caso.

“Tenemos a una compañera menos, para otros una amiga, una sobrina, una alumna, una persona que debería estar aquí para seguir preparándose para ser arquitecta. Compartimos el sentimiento de tristeza y de impotencia”, expresó una joven.

En el texto leído, se afirmó que estos sentimientos producidos por el feminicidio de ambas mujeres buscan también mostrar el apoyo a la familia. “Que sepan que cuentan con nuestra solidaridad. Exigimos que se haga justicia y se investigue el caso hasta el fondo. Estaremos pendientes de la información que vaya saliendo”, agregó.

Tras leer el escrito, las personas que se dieron cita en ese espacio, en el cual se instaló un “tendedero informativo” para denunciar actos de acoso, guardaron un minuto de silencio para Gatziella y Graciela Cifuentes.

Una de las estudiantes leyó un escrito hecho por Ceyla Cifuentes, hermana de la académica, quien dijo que la noche del jueves 15 de marzo, “La casa de mi querida hermana y mi amada sobrina fue asaltada por unos monstruos quienes les arrancaron la vida de una forma que va más allá de todas las atrocidades inimaginables. Sólo porque les apetece que pueden hacerlo y lo siguen haciendo, ¿Qué más vamos a esperar? Para ser todas y todos los que gritemos ‘ya basta’, hoy por mi hermana y mi bella sobrina, ayer por ti y mañana por nosotras.

“Somos todas a quienes nos están arrebatando la vida, queremos justicia, castigo ejemplar y darnos cuenta que si nos unimos y nos movilizamos se logra lo que es la mínima justicia. A mi hermosa chiquita con 22 años, llena de sueños y alegrías, la violaron, acuchillaron, estrangularon y después quemaron la casa para no dejar rastro de sus malditas manos asesinas”, lamentó.

El pasado miércoles, en una comunidad la Facultad de Arquitectura solicitó a las autoridades que se esclarezca el caso de las dos mujeres, puesto que la mamá de Gatziella impartió diplomados en la misma institución.

Google News

Noticias según tus intereses