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Tultitlán, Méx.— “Sabemos que Donald Trump [presidente estadounidense] tiene mucho poder, pero nosotros creemos que Dios es más poderoso y vamos de la mano de Dios. No estamos haciendo daño a nadie, tenemos un derecho y vamos a seguir adelante”, afirmó Irineo Mújica Arzate, de la organización Pueblos Sin Fronteras.

Unos 500 integrantes del Viacrucis Migrante, en su mayoría mujeres y niños, abordaron a las 12:45 horas del sábado un tren cargado con chatarra en el patio de maniobras piloto de Lechería, en las inmediaciones de la estación Tultitlán del Tren Suburbano, en la colonia independencia, Tultitlán, Estado de México.

Los migrantes llegaron la tarde del viernes y pernoctaron frente a la delegación del barrio La Concepción. La mañana del sábado caminaron hacia Lechería y en el patio de maniobras, a la altura del puente Independencia, colonia del mismo nombre, esperaron tres horas la unidad.

Encargados del lugar advirtieron a los migrantes que era peligroso viajar en el tren, puesto que llevaba chatarra. No hicieron caso, en cuanto pudieron abordaron los vagones, cargados con pedazos de fierros y otros materiales.

La empresa ferroviaria amenazaba con cancelar las corridas y sólo salió este vehículo.

Bebés viajan con los migrantes. Mújica Arzate aseguró que alrededor de 500 personas viajan con el Viacrucis Migrante, de ellas unas 350 son mujeres y niños, incluidos algunos bebés.

“Nos están diciendo que no nos van a dejar, que tienen mucha presión para no dejarnos abordar, que van a hacer lo posible para que no se suban y que realmente Estados Unidos está parando a México, para que hagan algo, para que paren la caravana”, declaró el activista.

El tren, con máquinas 4550 y 4559 de la empresa Ferromex, estuvo en el lugar más de dos horas con los migrantes a bordo, quienes con las mantas y cobijas improvisaron casas de campaña para cubrirse del sol; a pesar de ello, varias mujeres y niños resintieron el intenso calor del mediodía de ayer.

Luego de varias maniobras en el lugar, puesto que enganchó carros tanque con productos químicos, a las 15:47 horas de ayer partió el ferrocarril, con destino a Irapuato, Guanajuato.

Los migrantes proyectan bajarse antes, en Celaya, en la misma entidad, donde intentarán abordar otro tren, de la empresa Kansas City, que los lleve al estado de San Luis Potosí.

La Caravana Migrante salió el 25 de marzo de Tapachula, Chiapas. Cruzó esa entidad, Veracruz y Puebla, hasta llegar a la Ciudad de México, de donde partieron hacia Tultitlán, Estado de México, donde abordaron el ferrocarril hacia Guanajuato. Mújica Arzate mencionó que salieron unos mil 500 integrantes del Viacrucis Migrante y en el camino muchos se han separado. A Tultitlán llegaron más de 500.

“La mayoría de ellos, como todos los migrantes, van, llegan a ciudades, se separan y algunos regresan. Pero la gran mayoría tiene documentos, muchos se están quedando en la Ciudad de México, Puebla y Toluca”, expresó.

Recogen piedras por si tienen que defenderse. En Tultitlán los migrantes recogieron piedras de las vías, por si tienen que defenderse de algún ataque.

Los migrantes también llevaron agua y comida, pero tal vez insuficiente para la gran cantidad de personas que van en el tren.

En este lugar algunas personas decidieron no abordar, sobre todo porque llevan niños y los expondrían al riesgo, como una familia de ocho mujeres que viajan solas. Buscarán otras formas para llegar a su destino.

“Esta es la pelea de David contra Goliath”, dijo Mújica Arzate, en alusión a los obstáculos que tienen para llegar a Estados Unidos, la tierra de Donald Trump.

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