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Un presunto empresario se dijo víctima de secuestro. El hombre narró a las autoridades de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) que estuvo ocho días privado de su libertad en una jaula de dos metros cuadrados, de donde, asegura, escapó en un descuido de uno de sus captores que lo vigilaba las 24 horas del día; ya en la calle tomó un taxi para trasladarse a domicilio y pidió atención médica.

Según la víctima, sus captores pedían una cantidad millonaria para entregarlo con vida y su familia, aunque trató de conseguir el efectivo no lo logró. Según la procuraduría capitalina, el hombre fue secuestrado por un comando armado el pasado 14 de abril, en inmediaciones de la colonia Las Águilas, de la delegación Álvaro Obregón cuando estaba por ingresar a su domicilio, no opuso resistencia y lo subieron a una camioneta.

Según detalló la víctima en la carpeta de investigación FBJ/H3/UI-1S/D/146/04-2018, fue llevada a una casa de seguridad, la cual desconoce la ubicación, pero en base a las referencias que proporcionó, ya es buscada por agentes de la Policía de Investigación (PI) de la procuraduría.

Según el secuestrado fue recluido en un cuarto húmedo, sin ventanas, había una especie de jaula de apenas dos metros cuadros, donde dos personas lo vigilaban y le daban de comer. Sin embargo, la noche del pasado 22 de abril uno de los plagiarios se quedó dormido, por lo que se desató y abrió la jaula, buscó una puerta y escapó corriendo.

Horas después arribó a su casa con ayuda de un taxista, su madre lo llevó al Hospital Xoco, en la delegación Benito Juárez, donde fue atendido.

Según el reporte médico presentado a las autoridades, la víctima presentaba golpes y marcas de ataduras en la piel, por lo cual se le dio aviso al Ministerio Público y a la Fiscalía de la Fuerza Antisecuestros (FAS).

El afectado, de 36 años de edad, aseguró que los secuestradores le ponían una bolsa de plástico en la cabeza para torturarlo y le pidieron dinero a su familia a cambio de liberarlo.

Tras la narración del hombre, agentes investigadores, se dieron a la tarea de iniciar las investigaciones, por lo que ahora busca a los captores y con ayuda de la víctima tratan de localizar el sitio exacto donde estuvo privado de la libertad.

Para lograrlo, se analizan las cámaras de seguridad del C-5 de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-CDMX), así como de los comercios aledaños donde presuntamente estuvo secuestrado el hombre.

De igual manera, se hace un rastreo de las sábanas de llamadas de su teléfono celular y se rastrea su GPS, así buscan delimitar el área donde presuntamente el empresario estuvo privado de su libertad.

En tanto, sus familiares confirmaron que recibieron unas llamadas telefónicas en las cuales se pedía una suma millonaria para entregarlo con vida. Este hecho llamó la atención de las autoridades, pues no se había registrado un incidente similar. Además, las cifras de secuestro son muy bajas en la ciudad, donde al año apenas se registran dos efectivamente consumados, el resto son auto secuestros o “engaños” de las supuestas víctimas a sus familiares.

En esta caso, los agentes de investigación buscan descartar que se trate de una situación similar, de lo contrario, se estaría hablando de la incursión de una banda bien organizada dedicada al secuestro, que operan de manera sumamente violenta para cobrar cantidades arriba de 2 millones de pesos por liberar a sus víctimas.

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