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Amigos, compañeros y familiares de Fátima, la adolescente que fue secuestrada el pasado viernes afuera de su casa en la delegación Gustavo A. Madero y unas horas después encontrada sin vida en el Estado de México, organizaron una misa en la Universidad La Salle, campus Condesa, donde estudiaba. Ahí, sus compañeras expresaron el temor con el que viven a diario pues, dicen, ahora no están seguras ni en sus casas.

En la universidad estuvieron los padres y el hermano de la menor, quienes recibieron flores, abrazos y palabras de consuelo de la comunidad estudiantil. Dijeron que confían en las autoridades para que el caso se esclarezca y el o los responsables sean castigados; pidieron también respeto por el duelo que viven, “esto no puede quedar así, mi hija era inocente, lo mínimo que merece es justicia”, se limitó a decir el papá de Fátima mientras recibía el abrazo de sus amigas.

La misa fue emotiva. Las mejores amigas de la adolescente no podían ocultar su dolor e impotencia.

“Fátima era muy querida aquí, era una gran persona, un ángel, por eso nuestro creador decidió tenerla a su lado. En ocasiones no lo entendemos y provoca un dolor inmenso, en este momento no hay consuelo para la familia”, comentó el clérigo de la universidad durante la liturgia, lo que desató el llanto de las alumnas.

“Desde que supimos de la noticia estamos preocupados, mis papás también, es increíble que como joven no tengas espacios de esparcimiento, de diversión, ya ni en la puerta de nuestras casas podemos estar seguras. No entiendo cómo alguien le pudo hacer daño a Fátima, era tan buena y solidaria con todos, nunca se metía con nadie, todavía no lo puedo creer”, comentó entre lágrimas Rossana, amiga de la joven asesinada.

“Es injusto lo que le pasó, simplemente no lo puedo creer, en qué momento; todo pasó tan rápido que creo que es un sueño, pero no es así, era mi amiga, la conocí en poco tiempo y nos hicimos muy amigas, era la mejor, y ahora me duele despedirme de ella de esa manera, que los malos sean castigados, su crimen no puede quedar así”, comentó Mónica, otra de sus compañeras.

Flores, osos de peluche, cartas de despedida y otros objetos les fueron entregados a los padres de Fátima, “una muestra de cuánto la queríamos”, dijo otra de sus amigas para después escoltar a los padres a la salida del plantel.

A la menor, quien recientemente había cumplido 15 años de edad y dos meses de estar estudiando en este plantel, la identificaron como alegre y muy inteligente.

Tenía una beca en la preparatoria debido a sus buenas calificaciones y lo proactiva que era con la comunidad. Ahora sus amigas dieron a conocer que seguirán su ejemplo en la escuela y el interés que tenía Fátima hacia el prójimo, “siempre nos decía que viviéramos al máximo y se lo vamos a cumplir”, comentó Alma Rosa.

Aunque la procuraduría capitalina ya identificó dos vehículos que participaron en el secuestro de la adolescente, así como a uno de los posibles autores intelectuales, aún no se tienen órdenes de aprehensión.

Se sigue investigando el entorno familiar y de trabajadores de los padres de la menor, ya que no se descarta que alguien de “dentro” de ese círculo también esté involucrado en su secuestro.

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