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Por la mañana de este sábado, alrededor de las 9, la familia de Karina recibió una visita en su casa, sobre la calle 49 en la colonia Ignacio Zaragoza. Era el dueño de la casa de al lado y quería presentarse. Le dijo al padre de Karina que planeaba demoler su vivienda para remodelarla, y como medida preventiva, colocaría una lona en la barda que comparten para evitar que cayeran restos de cascajo.

Diez minutos después, Karina y su hermana sintieron en la cocina de su casa que el suelo se movía, como si un camión pesado circulara sobre su calle. Escucharon un grito de auxilio, no salieron a ver qué ocurría. Minutos después supieron que la casa de dos pisos color rosa y naranja de un lado se desplomó.

Desde hace tres semanas, aproximadamente, en la casa asignada con el número 40, había cerca de cinco albañiles quienes trabajaban en distintas horas del día como parte de la remodelación, el dueño compró el inmueble hace poco menos de cinco años, asegura Karina.

Los vecinos, quienes salieron para ver qué sucedió, le contaron a la familia que vieron a dos hombres salir de los restos de la construcción y uno de ellos había sufrido un golpe en la cabeza. Dos ambulancias llegaron al lugar, pero no atendieron a los albañiles porque ya no estaban, dice Guadalupe, madre de Karina.

“Creemos que no tienen permiso para construir", comentó Guadalupe. Ahora ella y su familia están preocupados porque la demolición fallida del vecino puede tirarles una barda y destruir parte de su casa.

Los policías que llegaron al lugar recomendaron no usar las instalaciones. El padre de Karina levantó una denuncia por posibles daños a su propiedad. Elementos de Protección Civil visitarán la zona para determinar los probables riesgos.

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