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Ricardo López Reyes o Ricardo López Castillo, alias El Moco, fue uno de los fundadores de La Unión de Tepito, junto con Francisco Hernández Gómez, Pancho Cayagua; se le imputa la autoría intelectual del homicidio de Horacio Vite, ocurrido en 2013, administrador del Bar Black en la Condesa, fue detenido por elementos de la procuraduría del Estado de México, se escondía de sus enemigos en Naucalpan porque “me quería dar piso”.

El Moco, quien también participó en la desaparición y ejecución de 13 jóvenes del Bar Heaven, fue detenido cuando iba a recoger a su hija a la escuela sin el uso de la fuerza, pues no opuso resistencia, tampoco estaba acompañado por sicarios.

Ricardo López era buscado por autoridades federales y de la Ciudad de México desde 2013 a raíz del incidente del Bar Black, también por asesinar a siete personas en un gimnasio de Tepito, todos presuntos narcomenudistas que se alinearon con El Betito, su principal rival y con quien disputaba la cúpula de La Unión de Tepito, cinco años después.

Según su expediente criminal, El Moco era ex agente de la Procuraduría General de la República (PGR) hasta 2008, ahí hizo relaciones y conexiones que después utilizó para sobornar y recibir protección federal y local, para él y para Pancho Cayagua con quien fundó una de las primeras organizaciones criminales en la ciudad, La Unión Tepito.

Cayagua, El Moco, El Rachid y Jorge Castro Moreno El Abuelo, como socios en La Unión Tepito, se apoderaron de la venta de drogas al menudeo en la Zona Rosa, el Centro, el Corredor Insurgentes y del Eje Central, donde empezaron a extorsionar a comerciantes fijos y ambulantes de todas estas regiones. La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), lo vincula con por lo menos 20 homicidios dolosos y haber ordenado el asesinato de 30 personas.

A nivel federal, se le relaciona con el recrudecimiento de la violencia en Cancún, a principios de 2017, donde aparentemente fue jefe de sicarios de Doña Lety, quien por años comandó el cártel local, ahora ambos están detenidos. Tras su fracaso en esa zona, regresó a la Ciudad e intentó, junto con Cayagua, recuperar la cúpula de La Unión.

Sin embargo, encontraron en Roberto Moyado Esparza El Betito, su principal obstáculo, lo que desató una cruenta guerra, principalmente en las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Benito Juárez y Gustavo A. Madero. Según las procuraduría local, El Betito ordenó ejecución de Pancho Cayagua y la “cacería” de El Moco, quien terminó por refugiarse en el Estado de México para salvar su vida.

De 2017 a la fecha, el imputado había perdido todo el poder dentro de la estructura criminal de Tepito. Le respetaron solamente cinco puntos de venta de droga, que aparentemente no fueron suficientes para él, por lo cual intentó disputar más y por eso, asesinaron a tres de sus “trabajadores”, el resto cambió de bando y fue cuando El Moco se dio por perdido.

Con esta detención, la cúpula del cártel de Tepito queda a manos de El Betito, quien a decir de autoridades federales y locales, es el principal generador de violencia en la Ciudad; el año pasado lo ubicaron en las inmediaciones de la delegación Gustavo A. Madero y en el Estado de México; sin embargo, le perdieron la pista y hasta el momento, no ha podido ser localizado.

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