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Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) identificaron el modus operandi de una familia que se dedica a robar carteras, celulares y dinero en efectivo dentro de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro: dan a un niño de 13 años de edad todo lo robado y así burlan a las autoridades.

El trabajo de inteligencia de la Policía Preventiva se implementó por el incremento en los robos a usuarios de la estación La Villa. Ahí, feligreses hasta estudiantes eran víctimas de esta familia; sin embargo, aunque en ocasiones lograban identificar a uno de los sospechosos, los uniformados los dejaban en libertad, pues no les encontraban pertenencias ajenas.

Nicolás González, de 53 años, Miriam Calvillo, de 38 y Eduardo Giovanni, de 18, robaban y, en un movimiento que duraba segundos, depositaban lo hurtado en una mochila que portaba un menor de edad, de esa manera, al día conseguían hasta 30 celulares y 10 carteras.

Según la carpeta de investigación FAAE/STCZV/UI-3C/D/ 0463/04-20-19, que se inició por el delito robo y daño a la propiedad, la detención se logró el viernes pasado.

Se dio a conocer que además de los involucrados, otros integrantes que se dedican a la venta de diversos productos en los pasillos del Metro, intentaron rescatarlos.

Agredieron a golpes a dos policías que resultaron con lesiones leves y apedrearon una patrulla.

En el Ministerio Público se descubrió que Nicolás González cuenta con antecedentes penales por el delito de robo en pandilla.

Por ese delito estuvo tres años en prisión. Luego logró colocarse como “vagonero” en la Línea 6, que corre del Rosario a Martín Carrera, pero con el tiempo decidió involucrar a su familia en el robo. Su esposa y su hijo de 18 años fueron turnados a un juez de Control para determinar su situación jurídica, al tiempo que el menor de 13 años está bajo el resguardo del DIF de la Ciudad de México.

El menor aceptó en sus primeras declaraciones que para él era “normal” robar, pues así podía pagar la escuela y ciertos “lujos”, incluso destacó que de entre lo robado se hizo de un Iphone de modelo reciente.

Las autoridades de la SSC estiman que en las diversas líneas del Metro operan por lo menos 10 familias de manera similar, todas utilizan a niños para esconder lo robado, lo que configuraría otro delito por el que también serán procesados, pues ante el juez eso es explotación laboral infantil, pues los ponen en riesgo por involucrarlos en actividades ilícitas.

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