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Desde hace un tiempo se ha empezado a hablar de las dietas de los genes , también conocida como dieta nutrigenómica .
En 2017 un grupo de investigadores de Texas A & M College of Medicine y el College of Veterinary Medicine & Biomedical Sciences, realizaron una investigación en la que se determinó que no existe una dieta ideal para todos, sino que la clave está en los genes .
De acuerdo con esta investigación, la alimentación de las personas debería basarse en los genes ; ya que el estudio ahondó en la alteraciones metabólicas y epigenéticas que son diferentes en cada persona.
Las dietas de los genes son una buena medida de alimentación porque para aplicarla se tienen que estudiar los mecanismos mediante los cuales los nutrientes inciden en los genes para que, con la dieta , se modifique la síntesis de proteínas, así como mejorar el metabolismo.
Y, aunque las dietas de genes aún se encuentran en estudios y pruebas que ayuden a comprenderlas mejor, se sabe que la principal diferencia entre éstas y las di etas genéricas radica en que las nutrigenómicas se basan en un nutriente que ayude a mejorar al individuo -como su metabolismo-; mientras que otro tipo de dietas (a pesar de ser personalizadas) se basan en una ingesta recomendada de varios nutrientes diarios.
