La noticia llegó… El pasado 28 de abril el Congreso de la Unión aprobó la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola Nacional , legislación que establece el primer marco regulatorio para el impulso, fomento, promoción y difusión de las actividades relacionadas al sector vitivinícola en México .

Hace algunos meses le platicaba que esta Ley es relevante en múltiples sentidos. Primero, porque ofrece claridad en conceptos tan elementales como la definición de “Vino mexicano” , hoy finalmente reconocido como “el que se produce con el 100 por ciento de uvas de origen mexicano y que, además, su contenido total es fermentado y envasado en territorio nacional”. Segundo, porque establece estrategias precisas para el desarrollo de la actividad vitivinícola en el País, no solo en un sentido de expansión territorial y capacidad productiva, sino también desde un punto de vista académico, estadístico, comercial, cualitativo, enoturístico...

Tras desmenuzar la legislación, citamos algunos puntos sobresalientes. Empecemos por los datos duros oficiales:

1.

El consumo de vino per cápita en México ronda los 0.960 mililitros anuales.

2.

México es el 45° productor de vino a nivel mundial, con una capacidad productiva de dos millones 144 mil 725 cajas.

3.

El vino mexicano representa el 29.3% del total que se consume en México; el 70.6% restante corresponde a etiquetas procedentes de Chile, Argentina, España, Francia, Italia y Estados Unidos.

4.

México posee seis mil 474 hectáreas de viñedos para la producción de vinos, siendo Baja California, Coahuila, Querétaro y Guanajuato los estados que concentran el 72% de la producción nacional.

Pasemos a las propuestas. Destaca el inicio del registro de una marca colectiva de “Vino Mexicano” ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, que permita certificar el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas y defina los distintos estilos de vino que se elaboran en México. También, el impulso de la campaña “Todos unidos por el vino mexicano” , que destinará incentivos de promoción comercial otorgados por ASERCA para brindar información sobre las características de la producción, las regiones productoras, variedad de estilos y calidad de los vinos mexicanos.

De acuerdo con estimaciones del Consejo Mexicano Vitivinícola , la aplicación de incentivos y apoyos, derivados de esta Ley, representa la posibilidad de duplicar el número de hectáreas cultivadas con vid en un lapso de entre 10 y 15 años. Asimismo, de fomentar las capacidades de producción y crecimiento de infraestructura, se podrá aumentar la participación del vino mexicano en el mercado interno y, por primera vez, satisfacer la demanda en los mercados internacionales, particularmente Estados Unidos, Europa y Asia.

Concluiré repitiendo que el futuro es promisorio, siempre y cuando la Ley sirva a todos los integrantes del gremio, chicos y grandes, sin atender a intereses de unos cuantos jugadores. ¡Salud por este día histórico para el Vino Mexicano!


—Carlos Borboa es periodista gastronómico,  sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.
 

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