La proyección del vino mexicano a partir de un concepto de calidad, resaltando además las virtudes y características de las distintas regiones vinícolas del país y las opciones de las diversas etiquetas en el panorama gastronómico, es la esencia del Primer Festival del Vino Mexicano , realizado a partir del 17 de septiembre y hasta el 14 de octubre en La Hacienda de los Morales , en la Ciudad de México.

"Somos un restaurante donde lo que más se vende es vino mexicano. Los extranjeros son los más entusiasmados en probar lo que se produce en México y en general siempre quedan sorprendidos gratamente sobre las etiquetas que les recomendamos y su empatía total con la comida que les servimos. En ocasiones es más fácil animar a los extranjeros para que prueben nuestros vinos que a los propios connacionales.

"Somos una empresa en la que nos encanta impulsar la cultura y destacar la riqueza que posee México en ese rubro; sin duda el tema vinícola es un segmento que expresa mucha de esa riqueza cultural, del sentido de identidad y de la proyección del campo mexicano. Es una labor que realizamos en conjunto con el Consejo Mexicano Vitivinícola y que hemos desarrollado en conjunto con su presidente, Gabriel Padilla, abriendo las puertas y poniendo las mesas de este recinto para que más bodegas mexicanas se integren a este foro de interacción con los consumidores", advierte Fernando del Moral, director de La Hacienda de los Morales.

Esta celebración del vino nacional inicia el próximo 17 de septiembre con una muestra degustación de las etiquetas de las bodegas participantes. En esta mini feria los visitantes podrán probar las diversas expresiones de cinco regiones de nuestro país, con la alternativa de poder cobrar sus vinos preferidos e incluso poder descorcharlos ese día en el restaurante sin pago de descorche.

"Es un evento por invitación en el que estamos considerando la presencia de especialistas y promotores, pero también de nuestros clientes, ya que es una excelente ocasión para ponerse al tanto de las propuestas de algunas bodegas que no

son tan conocidas. En esta ocasión podrán disfrutar de sus productos, además de la oportunidad de apreciarlos con algunas de las especialidades de nuestra cocina", resalta Del Moral.

Para Gabriel Padilla, este festival representa una alianza estratégica con uno de los restaurantes emblemáticos de nuestro país en un momento por de más estratégico en la proyección del vino mexicano, y también de la historia del CMV, ya que es una institución que cumple 70 años de existencia.

"Es una experiencia con muchas posibilidades de hacerla replicable en otros establecimientos y en otros puntos del país. Estamos en un momento en el que el consumo per cápita en México sigue siendo de poco menos de un litro, sin embargo se están dando avances muy favorables a partir del entusiasmo de la generación Millenial por el tema y la cada vez más constante participación de las mujeres en el consumo, lo cual también está transformando muchos patrones.

"Sin embargo este avance positivo no solo es motivo de celebración, sino también para ponernos a trabajar y ser autocríticos en los puntos que necesitamos mejorar. El vino es también sinónimo de una experiencia turística y es un aspecto en el que necesitamos tener una visión más clara. Asimismo debemos ser muy puntuales en el ámbito de la consistencia y el precio, de manera que el consumidor tenga la garantía de recibir un producto de calidad a un precio conveniente. Todo empieza en el viñedo, y ahí empieza nuestro compromiso con la calidad: debemos asegurarnos de ofrecer productos sanos, sin defectos; que seamos consistentes en el tema de la calidad", dice Padilla.

La definición de un concepto de calidad bajo estándares convenidos entre los productores e instituciones como el CMV apuntan a la definición y un sello de Marca Colectiva, lo cual representaría una garantía de calidad para los consumidores del vino mexicano, respetando y exaltando la tipicidad e identidad de las distintas regiones productoras, resalta Padilla.

En esta época de celebración, pero también de intenso trabajo, el CMV apunta hacia acciones concretas en la promoción y fortalecimiento de la industria del vino mexicano, como es la promoción del consumo moderado; la generación de alianzas estratégicas para abogar por un mejor trato en el rubro de los impuestos; privilegiar la promoción de las zonas vitivinícolas mexicanas por región; propiciar la presencia del vino mexicano en eventos oficiales; monitorear su consumo e incentivar su venta en restaurantes. También se desarrollarán diversos cursos de capacitación en línea para que los profesionales del servicio y la gente interesada en el tema conozca más sobre la historia, evolución y detalles prácticos sobre el vino mexicano. En octubre está previsto el lanzamiento de una app relativa a este segmento.

En el Festival del Vino Mexicano de la Hacienda de los Morales se presentan alrededor de 70 etiquetas de un total de 23 bodegas procedentes de cinco regiones: Baja California, Querétaro, Guanajuato, Coahuila y Aguascalientes. Todas las bodegas participantes forman parte del CMV, que incorpora prácticamente al 90% de los productores de nuestro país.

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