Diamond Glass, compañía que fabrica  vidrios blindados, entre otros productos, ofreció una prueba balística a medios especializados para ver a detalle la calidad de los cristales que hace especialmente para Global Armor, firma que pertenece a la Asociación Mexicana de Blindadores Automotores, (AMBA).

El blanco fue un cristal nivel III;  Francisco Mejía, jefe de control de calidad en Global Armor México, comentó que no se utilizan armas para las pruebas por cuestiones de seguridad, sólo utilizan cañones, aunque recalcó que  pueden ser más peligrosos que disparar un arma.

Para que un vidrio blindado apruebe una norma de seguridad, tiene que aguantar mínimo, tres tiros; los distintos niveles de blindaje se distinguen además del grosor en los cristales y variedad en algunos materiales, por el tipo de arma que soportan cada uno. Por ejemplo, el nivel III, que fue el que se puso a prueba, protege de armas de fuego urbanas, es decir, aquellas que se pueden manejar con una sola mano.

Global Armor. El proceso de blindaje no varía demasiado entre  empresas del mismo ramo, pero como en todas las compañías, cada una le agrega el toque de la casa.

La empresa trabaja con ocho diferentes niveles de blindaje: II, III, III+, IV, IV+, V, V+M193 y VI; todos ellos se realizan en un área de 10 mil metros cuadrados. Cada unidad  está a cargo de un grupo de cinco personas, ellos mismos reciben el vehículo, lo desmantelan y le ponen la armadura.

La planta, ubicada en el Estado de México, cuenta con una cabina de pintura y laboratorio de igualación de colores PPG y Dupont, un laboratorio de pruebas de validación de material, un taller equipado para dar servicio y mantenimiento a las unidades y  área para realizar pruebas de manejo cuando los modelos ya están listos.

El proceso. Cuando entra el auto a la planta es evaluado e inspeccionado a detalle por expertos para determinar el proceso a seguir, ya que cada vehículo es diferente.

Posteriormente se  desarma el rompecabezas, es decir,  desmontan los interiores del vehículo, tableros, asientos,  instrumentos electrónicos, etcétera. Un proceso que los trabajadores tienen que cuidar a detalle para después, armar con precisión todas las piezas.

Al tener el cascaron de la unidad, sigue la colocación del blindaje y de nuevo la instalación de todos los materiales.

Finalmente se prueba la  estabilidad, confort, reacción en situaciones adversas, frenado de emergencia y rendimiento del modelo en una pista de pruebas.

DATO: 4 mil 500 vehículos ha blindado la compañía en territorio nacional durante 20 años, tiempo que lleva en el país.

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