Reynosa.— Tropas estadounidenses desplegadas en Donna, Weslaco e Hidalgo, Texas, se retiraron de estos cruces luego de que las caravanas de hondureños no representaran una amenaza para estas fronteras.

Alrededor de 2 mil militares levantaron los campamentos que desde el 1 de noviembre instalaron en la frontera con Nuevo Progreso, Reynosa y el río Bravo, Tamaulipas.

Lo anterior como parte del programa “Operación Patriota”, que consistió en instalar un cerco que impidiera el paso de centroamericanos rumbo a Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) tomó medidas para responder en caso de que los hondureños entraran a EU.

PColocaron alambradas a lo largo de la frontera y, sobre todo, en los puentes internacionales, puesto que se contemplaba que los miembros de las caravanas utilizaran estos puertos fronterizos para solicitar visas humanitarias o asilo político.

Además, algunos escuadrones realizaron maniobras tácticas en los Puentes de Matamoros y Reynosa, causando sorpresa a los usuarios de estos cruces.

Incluso, durante estas maniobras se utilizaron estos puertos fronterizos para que helicópteros de la Fuerza Aérea de Estados Unidos aterrizaran como parte del entrenamiento para detener, en caso de ser necesario, a los hondureños.

Sin embargo, las caravanas se enfilaron hacia Tijuana, por lo que no fue necesario utilizar a estos elementos de choque.

Por ello, los campamentos fueron retirados en cuestión de minutos.

Los espacios que ocupaban estos campamentos quedaron desiertos, puesto que casas de campaña, vehículos y personal regresaron a las bases militares.

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